El presidente Javier Milei busca permitir el ingreso de sociedades anónimas en el fútbol argentino, desafiando la postura de la Asociación del Fútbol Argentino, que prefiere mantener el modelo de clubes civiles.
El presidente argentino, Javier Milei, ha declarado su intención de abrir las puertas del fútbol local a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), lo que ha generado un fuerte enfrentamiento con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que se opone a esta propuesta.
La AFA asegura que solo deben agruparse clubes funcionando como asociaciones civiles sin fines de lucro.
Milei, al promover esta iniciativa, ha dado un paso significativo al emitir el Decreto 730/2024, que fue publicado en el Boletín Oficial hace diez días.
Este decreto establece que ninguna organización deportiva podrá ser obstaculizada en sus derechos por su forma jurídica, permitiendo así la inclusión de las SAD en el entretenimiento deportivo argentino.
De acuerdo con este decreto, se otorga un plazo de un año tanto a la AFA como a las diferentes federaciones del país para que se adapten a esta nueva normativa.
Recientemente, en una entrevista radial, Milei hizo hincapié en que el reglamento de la AFA no tiene autoridad sobre la Constitución Nacional ni sobre el propio gobierno.
El presidente expresó su desacuerdo con la negativa de la AFA, sugiriendo que podría ocurrir una intervención si esta no se pliega a las nuevas regulaciones.
"¿Por qué hay personas que consideran que la libertad es algo negativo?", cuestionó Milei, señalando que no tiene sentido limitar las opciones disponibles, como si se tratara del menú en un vuelo donde se debería permitir a los pasajeros elegir entre más de dos opciones.
"Dejen que los demás elijan lo que necesitan; no hay ninguna razón para ser tan cerrados", agregó.
En una parte de su intervención, Milei también abordó las afirmaciones de Andrés Fassi, presidente de Talleres de Córdoba, quien defendió el modelo de sociedades anónimas como una forma eficaz de gestión financiera.
Sin embargo, el presidente señaló que el hecho de ser una SAD no implica automáticamente que un club esté libre de deudas.
La clave radica en mantener las cuentas ordenadas, tanto en las empresas como en el ámbito personal y gubernamental.
El diálogo entre el gobierno y la AFA ha sido tenso.
En un pasado reciente, Milei criticó la burocracia dentro de la AFA y vislumbró un sistema que atraiga inversiones significativas al sector.
Según estimaciones, se pronostica que podrían ingresar entre 2.500 y 3.000 millones de dólares al fútbol argentino a través de estas reformas.
Sin embargo, tras el anuncio del decreto, Pablo Toviggino, tesorero de la AFA, desestimó los cambios y subrayó que la estructura de los clubes seguirá siendo administrada por sus socios.
Definió la introducción de las SAD como una estrategia que no alterará el panorama del fútbol argentino.
Toviggino, además, descalificó las intervenciones gubernamentales e insistió en la importancia del estatuto de la AFA, respaldado por la justicia.
Esta situación refleja las tensiones actuales en el deporte argentino y el potencial impacto que la llegada de sociedades anónimas puede tener en la organización y financiamiento del fútbol.
Cabe recordar que los clubes tradicionales en Argentina han sido históricamente regidos por sus socios, y un cambio hacia el modelo de SAD podría reconfigurar completamente la dinámica de poder dentro de este deporte tan querido en el país.