Las autoridades argentinas toman acciones contra hinchas violentos tras los incidentes ocurridos en el partido de Copa Sudamericana, incluyendo sanciones y prohibiciones en el fútbol argentino y bonaerense.

Los incidentes, que culminaron en enfrentamientos violentos en la tribuna visitante, dejaron una profunda huella en la institución local y motivaron duras decisiones de las autoridades.
El episodio se inició cuando grupos de hinchas de #Independiente lograron forzar las puertas y rejas de la tribuna visitante, ingresando de manera violenta y atacando a los aficionados chilenos.
Las agresiones físicas fueron de tal intensidad que algunas víctimas terminaron con heridas graves, incluso un simpatizante extranjero fue obligado a lanzarse desde la altura de la tribuna en un acto que conmocionó a todos los presentes.
Además, los incidentes provocaron el incendio de una butaca y daños en diversos sectores del estadio, incluyendo puestos de comida, sanitarios y gradas, provocando la suspensión inmediata del partido.
Estas acciones motivaron que la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe) dispusiera medidas drásticas. En primer lugar, ordenó la prohibición de ingreso a todos los partidos donde participe la Universidad de Chile en la provincia de Buenos Aires hasta el 31 de diciembre de 2027.
Esta decisión busca evitar que los hinchas visitantes puedan asistir a futuro, respondiendo a la ola de violencia desatada aquella noche.
Por otro lado, la APreViDe aplicó un derecho de admisión preventivo y por tiempo indeterminado a 40 barras del club argentino, identificados mediante análisis de videovigilancia y tareas investigativas.
Entre los sancionados se encuentran líderes de la barra, como Alejandro Rafael Gómez, César Centeno y Néstor Berjano, además de otros conocidos por su participación activa en los hechos.
La misma resolución también sancionó a los hinchas chilenos involucrados en los incidentes, quienes sujetos a las investigaciones, provocaron daños materiales y enfrentaron a la seguridad en el estadio.
El balance de la tragedia revela que aproximadamente 50 personas resultaron heridas, de las cuales 25 fueron derivadas a hospitales cercanos en Avellaneda.
Las lesiones variaron desde cortes y contusiones hasta heridas de gravedad. La infraestructura del estadio sufrió importantes daños, lo que sumó gravedad a la situación, y resaltó la falta de control en los accesos y en la seguridad del espectáculo.
En respuesta a estos incidentes, las autoridades multaron a los grupos violentos y aprobaron la suspensión de eventos para ese público durante más de dos años en la provincia.
Esta medida busca prevenir futuros enfrentamientos y garantizar la seguridad de todos los asistentes en los partidos.
El presidente de Independiente
Mientras tanto, el presidente de Independiente, Néstor Grindetti, junto con miembros de la directiva, comparecieron ante el Tribunal de Disciplina de la Conmebol para presentar un informe y esperar la resolución definitiva sobre las sanciones que podrían afectar la participación del club en futuras competiciones internacionales.
La situación genera preocupación en el mundo del fútbol, que busca fortalecer los controles y políticas de convivencia para erradicar la violencia y devolver la pasión sana a las gradas.
Estos hechos no sólo dejan una huella en la historia reciente del #fútbol sudamericano, sino que también resaltan la necesidad de fortalecer la seguridad y promover campañas de sensibilización en torno al respeto y la tolerancia en los estadios.