Kylian Mbappé presenta una demanda contra el Paris Saint Germain por una deuda de 55 millones de euros, lo que reaviva tensiones entre el jugador y el club francés.
Kylian Mbappé ha dado un giro inesperado a su reciente trayectoria al dejar el Paris Saint Germain (PSG) y unirse al Real Madrid.
Después de participar en la Eurocopa con la selección francesa y debutar con un gol en su nuevo club, se creía que la relación entre el delantero y el PSG había llegado a su fin.
Sin embargo, un nuevo episodio ha surgido en esta historia.
En las últimas horas, el atacante ha decidido demandar a su anterior club por una deuda que asciende a aproximadamente 55 millones de euros, lo que supone una cantidad considerable en el mundo del fútbol.
La cantidad reclamada por el jugador incluye la tercera cuota de una bonificación acordada en su renovación de contrato anterior, que equivale a 36 millones de euros brutales, junto con los salarios correspondientes a los últimos tres meses de su contrato, que abarcan abril, mayo y junio.
Después de no recibir respuesta a su reclamo directo a la dirigencia del PSG, Mbappé y su equipo legal optaron por llevar su situación ante la Liga de Fútbol Profesional de Francia (LFP) y la UEFA, dos entidades que podrían jugar un papel crucial en resolver este conflicto.
Cabe recordar que el 8 de agosto, el futbolista alertó a la LFP de su demanda amparándose en una cláusula de la Carta de Fútbol Profesional, que establece que los clubes están obligados a abonarle a los jugadores todos sus pagos antes del último día de cada mes.
De verificarse que efectivamente el PSG no cumplió con esta obligación, la LFP podría inhabilitar al club durante el tiempo que dure la regularización de la deuda, lo que afectaría su capacidad de fichar nuevos jugadores.
Días más tarde, el 13 de agosto, los abogados del ariete solicitaron a la Federación Francesa de Fútbol que notificara a la UEFA sobre la demanda presentada, lo que podría agravar la situación para el PSG a nivel europeo.
La UEFA tiene bajo su responsabilidad la concesión de licencias a los clubes para participar en competiciones internacionales, asegurándose de que cumplan con las normativas financieras y no tengan deudas pendientes.
Esta disputa no es nueva, sino que se remonta a hace más de un año.
Durante el verano de 2023, Mbappé anunció al PSG que no activaría la cláusula para extender su contrato más allá de junio de 2024, lo que le permitiría salir del club sin costo alguno.
De inmediato, la dirección del PSG reaccionó excluyéndolo inicialmente de los entrenamientos, aunque posteriormente se llegó a un acuerdo que llevamos hasta hoy.
En esta negociación, Mbappé accedió a renunciar a una prima de fidelidad para no marcharse gratuitamente, una decisión que fue interpretada como un gesto de buena voluntad hacia el club.
Sin embargo, en 2024, tras reiterar su intención de dejar el PSG, la relación entre ambas partes se enfrió. Actualmente, el club parisino argumenta que los pagos que Mbappé reclama son parte de esa misma suma a la que renunció durante las negociaciones previas a su salida.
Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG, tiene esperanzas sobre el desenlace de este enfrentamiento, defendiendo que el jugador había previamente asegurado la protección del club en caso de su partida.