La comunidad futbolística uruguaya expresa su dolor por la partida de Juan Izquierdo, un talento prometedor que dejó una huella imborrable en su paso por el fútbol.
La tragedia ha golpeado profundamente al fútbol uruguayo con la muerte de Juan Izquierdo, un futbolista de solo 27 años que dejó este mundo tras una larga batalla en terapia intensiva en Brasil.
Su club, Nacional de Montevideo, confirmó la triste noticia después de seis días de internación.
La partida de Izquierdo no solo duele a su familia y seres queridos, sino que también ha conmovido a todo un país que lo veía como una estrella en ascenso.
Juan, quien deja atrás a sus dos hijos pequeños, uno de solo dos años y otro recién nacido, era un hombre lleno de sueños y promesas.
Su pasión por el fútbol fue evidente a lo largo de su vida, y, como él mismo reveló en una entrevista, tenía la intención de rendir homenaje a su abuelo, quien falleció recientemente.
"No hay nada que compare con la felicidad y la paz que siento.
Cumplí una promesa que le hice a mi abuelo y él había sido mi inspiración", dijo Izquierdo en aquel entonces.
El fatal desenlace se produjo durante un partido en el estadio Morumbí, cuando Izquierdo se descompuso en pleno encuentro de la Copa Libertadores frente a San Pablo.
A pesar de los esfuerzos médicos, la arritmia cardíaca que padecía y los problemas de salud asociados lo llevaron a una situación irreversible.
Su familia, al enterarse de la grave condición del jugador, se trasladó de inmediato para acompañarlo en sus últimos momentos.
Nacido en el seno de una familia de pasión por el fútbol, Juan tuvo que enfrentar adversidades desde muy joven.
A los 16 años, consideró abandonar el deporte y se dedicó a ayudar a su padre en trabajos de remodelación, incluso se le diagnosticó una arritmia.
No obstante, el amor por el fútbol fue más fuerte y regresó decidido a brillar en el campo.
Durante sus años en el deporte, Izquierdo tuvo una carrera destacada que incluyó tiempo en varios clubes uruguayos como Nacional, Peñarol, Liverpool y Montevideo Wanderers.
También tuvo una breve experiencia en el fútbol mexicano con el Atlético San Luis.
En total, fue campeón en dos ocasiones en el país vecino y dejó una huella imborrable en todos los equipos que defendió.
Su madre, Sandra, recordó su gran corazón y cómo, incluso en sus momentos más difíciles, nunca perdió la humildad.
Aunque se enfrentó a la dura realidad de ser un jugador menos destacado en el equipo, siempre mostró gratitud y valoró el apoyo de su familia y su esposa Selena, quien estuvo a su lado hasta el final.
La comunidad futbolística uruguaya ha iniciado una serie de homenajes y tributos en honor a su memoria.
Así, el luto se siente en cada rincón donde el fútbol es una pasión.
La Asociación Uruguaya de Fútbol y diversas agrupaciones han expresado su pésame, recordando los numerosos momentos de alegría que Juan brindó en el terreno de juego.
La pérdida de Juan Izquierdo es un recordatorio de lo frágil que es la vida y de la importancia de valorar cada momento.
Una promesa se ha cumplido, pero el legado de su talento y su pasión por el fútbol permanecerá en los corazones de quienes lo conocieron y lo admiraron.