Lautaro Piola, un talentoso delantero de 17 años, establece su propio camino futbolístico mientras revive la historia de su familia vinculada con el fútbol.

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La expresión "hacerse el piola" en el argot del fútbol se usa para describir a alguien que intenta aparentar ser lo que no es, como un goleador que no marca.

Esta frase popular puede tener su origen en la notable carrera de Silvio Piola, un ícono del fútbol italiano que ostenta el récord de goles en el Calcio con 317 anotaciones en clubes y 55 más a nivel internacional.

Nacido en 1905 en Robbio, Lombardía, la historia de Silvio se cruza con la de una familia argentina que lleva su apellido. Un primo de Silvio emigró a Córdoba, donde nació el primer Piola local. Décadas después, Lautaro Piola, bisnieto de aquel emigrante, emergió como una joven promesa del fútbol argentino.

Desde temprana edad, Lautaro mostró un amor inquebrantable por el deporte. Su padre, Álvaro, recuerda que nunca se compró un regalo que no estuviese relacionado con el fútbol, aunque intentó sin éxito que se interesara en el tenis.

Su pasión se forjó en las canchas locales, donde comenzó a hacer sus primeras anotaciones en el Toro Club y luego brilló en las divisiones inferiores de Estudiantes de Río Cuarto y Vélez Sarsfield.

Cada gol que Lautaro anotó en el Pincha lo llevó a unirse a la Sub 15 de la selección nacional, destacándose con 38 goles en 23 partidos. Posteriormente, su talento lo llevó a Vélez, donde no solo conquistó el título de campeón con su equipo en la categoría Séptima, anotando 17 tantos en 27 partidos, sino que también dejó huella histórica.

El 2025 comenzó con el pie derecho para Lautaro, quien debutó en la categoría Sexta, marcando tres goles en una victoria arrolladora de 6-0 contra Unión.

El desempeño de Vélez en todas sus divisiones fue fenomenal, logrando seis triunfos y 18 goles a favor en una sola jornada, lo que reafirma la fuerza de su cantera.

Con la prensa italiana interesada en su trayectoria, Lautaro se ve como parte de un legado familiar que podría volver a la vida. Sin embargo, su padre sostiene que no ha investigado a fondo su conexión con Silvio Piola, pues nunca hubo interés en el pasado familiar relacionado con el fútbol.

A pesar de ello, Lautaro se encuentra a más de 1.000 kilómetros de su hogar en Moldes, viviendo en la pensión de Vélez y asistiendo al instituto.

Su familia a menudo lo visita, convirtiendo cada encuentro en un momento de alegría. Mientras Lautaro se sumerge en su sueño de ser futbolista profesional, entiende que su camino recién comienza. Aunque ha sido parte del radar de selecciones juveniles, se mantiene cauteloso y enfocado en continuar su desarrollo.

"Las cosas llegan cuando tienen que llegar", dice Lautaro, demostrando madurez a su corta edad de 17 años. Aún no es hincha oficial de Vélez, pero se ha apasionado por el club tras su año en las inferiores. En cuanto a la selección italiana, él expresa que jugar para Argentina es su mayor deseo, aunque no se cerraría a la posibilidad de representar a Italia si se presentara la oportunidad.

Con sus impresionantes indicadores de rendimiento y su legado familiar a cuestas, el joven Piola se encuentra en una posición privilegiada para dar grandes pasos en su carrera futbolística.