Lanús se convierte en el tercer equipo argentino en vencer a Liga Deportiva Universitaria en Quito, destacándose Marcelino Moreno en el partido.

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Antes de este enfrentamiento, solo dos conjuntos argentinos habían logrado vencer a los ecuatorianos en la altura: Vélez Sarsfield, que lo hizo en dos ocasiones (3-1 en 2006 y 2-0 en 2011), y Boca Juniors (3-0 en 2019).

La victoria de Lanús, por 2-1, se suma a la lista de las escasas cuatro victorias argentinas en 28 visitas a la capital ecuatoriana.

El encuentro se llevó a cabo en el Estadio Rodrigo Paz Delgado de Quito y estuvo lleno de altibajos para el equipo argentino. Comenzó con un desafortunado arranque, donde parecía que #Lanús podría ser fácilmente superado. En los primeros 15 minutos, Liga hizo valer su localía, mostrando un juego ofensivo que dejó a los argentinos estáticos y con serias dificultades defensivas.

El primer gol llegó a los 13 minutos mediante un cabezazo de Alex Arce, quien conectó un centro desde la izquierda. Este temprano tanto dejó a Lanús en una situación crítica, anticipando lo peor. Sin embargo, el equipo demostró una resiliencia notable, logrando revertir el marcador en un primer tiempo que parecía complicado.

Marcelino Moreno, quien fue la estrella del encuentro, se adueñó de la conducción del equipo. A partir de un tiro de esquina, Luciatti ganó en el aire y dejó el balón servido para que Nery Domínguez, con un toque acrobático, asistiera a Gonzalo Pérez, quien empató el partido con un cabezazo certero.

Lanús tomó el control del juego

Con el 1-1, Lanús tomó el control del juego, manteniendo a Liga en su campo e impidiendo que generaran más oportunidades. A poco del cierre del primer tiempo, con una jugada elaborada, Moreno se coló en el área y, tras acomodarse, colocó el balón magistralmente cerca del palo izquierdo del arquero Valle, culminando así una notable remontada al finalizar la primera mitad.

En la parte complementaria, el campeón vigente de la Sudamericana, Liga de Quito, tuvo la presión de igualar el marcador. Lanús, por su parte, se dedicó a mantener la ventaja y controló el juego eficazmente. A pesar de algunos momentos de tensión, incluido un posible penal que fue anulado tras el uso del VAR, el equipo argentino se mantuvo firme en su objetivo.

A medida que el partido avanzaba, Lanús se reconfiguró a un esquema más defensivo, pero no se limitó a solo defender. Con la entrada de Lautaro Acosta, el equipo pasó a una formación más ofensiva, buscando aprovechar los espacios que dejaba la Liga en su afán por empatar.