El joven futbolista argentino, hijo del entrenador y exjugador Diego Simeone, impulsa su carrera con metas claras, entre ellas disputar el Mundial 2026. A sus 22 años, ha superado lesiones y consolidado su presencia en el Atlético de Madrid y la selección nacional, destacándose por su esfuerzo, sacrificio y talento. Recorremos su historia, desafíos y aspiraciones futuras.

Con 22 años, actualmente busca consolidarse como una pieza clave en el #Atlético de Madrid y en la selección argentina, con la meta clara de disputar el Mundial 2026, evento que aspira a vivir en primera persona y defender el título que Argentina obtuvo en Qatar 2022.
Desde pequeño, Giuliano mostró una personalidad fuerte y una marcada pasión por el deporte, cualidades que heredó de su padre. La historia familiar de los Simeone está profundamente ligada al fútbol. Diego, ícono del #fútbol argentino y actual entrenador del Atlético, ha transmitido a sus hijos valores como el esfuerzo, la perseverancia y la pasión por el juego.
Giuliano, de hecho, ha declarado en varias entrevistas que el ADN de los Simeone es trabajar sin descanso hasta alcanzar sus objetivos.
Su historia en el fútbol comenzó en las inferiores de River Plate, donde dio sus primeros pasos. Sin embargo, motivado por su deseo de formar parte del Atlético de Madrid, tomó la valiente decisión a los 16 años de dejar Argentina para reunirse con su padre en España.
La adaptación no fue sencilla: dejar amigos, el club donde se formó y su país natal supuso un reto personal. Pero Giuliano siempre tuvo claro su objetivo y luchó para superarlo.
Su debut en el fútbol profesional fue en Zaragoza, en la Segunda División española, donde rápidamente llamó la atención por su estilo de juego vertical, agresivo y veloz, inspirado en ídolos como Griezmann, Falcao o Diego Costa, futbolistas que en su día vistieron la camiseta del Atlético y dejaron huella en la historia del club.
Una de las etapas más difíciles de su carrera fue la lesión en 2023: sufrió una fractura de peroné y una luxación de tobillo jugando en el Deportivo Alavés, que lo mantuvo fuera del campo durante cinco meses.
En aquel momento, el miedo a no volver a jugar lo invadió, pero la fortaleza mental del joven Simeone le permitió salir adelante. En una entrevista, relató cómo esas semanas de recuperación le enseñaron que cada obstáculo es también una oportunidad para fortalecerse. Gracias a su esfuerzo, Giuliano regresó más fuerte, logrando llamar la atención del seleccionador Lionel Scaloni.
El vínculo con su familia y, en particular, con su papá, es fundamental en su vida y carrera. Aunque en los entrenamientos y partidos la relación se mantiene estrictamente profesional, Giuliano ha expresado que la figura de Diego es su mayor motivación y ejemplo a seguir.
Además, los hermanos mayores, Giovanni y Gianluca, también futbolistas, comparten con él mensajes y debates a través de un grupo familiar, donde intercambian opiniones sobre partidos y jugadas.
El sueño de Giuliano es formar parte del equipo argentino en el Mundial 2026
El sueño de Giuliano es formar parte del equipo argentino en el Mundial 2026. Conocido por su estilo dinámico y su mentalidad ganadora, confía en que la constancia y el trabajo duro serán sus mejores aliados para alcanzar esa meta.
En los últimos meses, ha impresionado con sus actuaciones en el Atlético y en la selección juvenil, dejando en claro que quiere demostrar que puede estar en la élite mundial.
Su crecimiento no solo ha sido en lo deportivo, sino también en lo personal. En un escenario donde muchos jóvenes dejan atrás sus raíces para perseguir sus sueños, Giuliano ha logrado mantener siempre presente su identidad y sus valores, los mismos que le inculcó su familia y que él mismo busca transmitir en cada partido.
El joven futbolista también confesó que si no hubiese sido deportista, quizás su destino habría estado en el automovilismo, otro de sus hobbies favoritos.