El histórico arquero de Boca Juniors, Hugo Orlando Gatti, falleció a los 80 años tras pasar dos meses internado, dejando un legado imborrable en el club.

Hugo Orlando Gatti, uno de los arqueros más emblemáticos de la historia de Boca Juniors, falleció este domingo a la edad de 80 años después de haber estado internado durante dos meses.
Su partida marca el fin de una era para el club y para sus seguidores, quienes lo veneraron durante más de doce años por su destacada trayectoria en el arco.
Gatti llegó a Boca Juniors en 1976, bajo la dirección técnica de Juan Carlos Lorenzo, en un momento crucial en el que el equipo buscaba recuperar su lugar en la cúspide del fútbol argentino tras la dominación de River Plate en 1975.
En su primera temporada, Gatti ayudó al club a conquistar el Campeonato Metropolitano, y posteriormente, el Nacional, el cual se definió en una recordada final ante River, en donde un golazo de tiro libre de Juan Suñé se convirtió en uno de los momentos más icónicos de la historia del fútbol argentino.
El 15 de marzo de 1976, Gatti hizo su debut en un partido contra All Boys, donde Boca se alzó con una victoria de 2-0 gracias a los goles de Felman y García Cambón.
Su momento de gloria llegó un año después, en el Centenario de Montevideo, cuando detuvo un penalti crucial al brasileño Vanderley durante la definición de la Copa Libertadores, la primera en la historia del club.
Este desempeño le aseguró su lugar en el corazón de los hinchas.
Con Gatti bajo los tres palos, Boca Juniors continuó cosechando títulos, incluyendo una nueva Copa Libertadores y la Intercontinental de 1978 ante el Borussia Mönchengladbach.
Además, en 1981, bajo la dirección del entrenador Silvio Marzolini y con la llegada de Diego Maradona, lograron un nuevo Metropolitano, consolidando la figura de Gatti como un gigante del deporte.
Sinclair falla un penalti mientras Canadá empata con Nigeria en el partido inaugural de la Copa del Mundo Femenina
Christine Sinclair, la delantera del equipo de Canadá, falló un penalti en el empate 0-0 contra Nigeria en el primer partido de la Copa del Mundo Femenina. La arquera Chiamaka Nnadozie fue clave para el equipo nigeriano al detener el tiro desde el punto penal. A pesar del resultado, el grupo queda abierto para ambos equipos.Sin embargo, la relación del arquero con el club comenzó a desgastarse a finales de los 80, coincidiendo con la llegada de Pastoriza como nuevo director técnico.
Gatti se convirtió en un jugador cuestionado, y su titularidad pasó a estar en duda tras una serie de rendimientos irregulares. La derrota ante Deportivo Armenio y el gol que recibió de Maciel fueron los puntos de quiebre. En una entrevista, Pastoriza mencionó que Gatti había cumplido su ciclo en el club, un anuncio que fue recibido con desilusión tanto por el jugador como por sus aficionados.
La última actuación de Gatti como profesional fue, irónicamente, en un partido en el que la expectativa era alta debido a su trayectoria. A pesar de que muchos aficionados lo apoyaron, el clima se tornó hostil con una parte de la hinchada. El fútbol es, inevitablemente, un escenario donde las emociones y la política se entrelazan, y Gatti experimentó esta realidad de forma aguda a lo largo de su carrera.
A pesar de su despedida amarga, el tiempo le dio a Gatti la oportunidad de recibir homenajes que reconocían su impacto en el deporte. Diez años después de su retiro, Boca Juniors lo homenajeó con un amistoso contra la Universidad Católica de Chile, durante el cual Gatti tuvo su momento de gloria al atajar durante el primer tiempo.
A lo largo de su vida, Gatti se convirtió en una leyenda no solo por sus habilidades en el arco, sino también por su carácter y pasión por el fútbol, siendo recordado por muchos como un ícono de Boca Juniors y un eterno defensor de la camiseta que amó.