Los jugadores de Independiente y Racing comparten sus impresiones sobre el próximo clásico, destacando la importancia emocional del partido para los hinchas.
El clásico de Avellaneda trasciende la simple competencia deportiva y se erige como un evento cargado de emociones y tradiciones.
Para los aficionados, no es simplemente una cuestión de sumar puntos, sino de vivir la intensidad de un duelo que agita los corazones y une a la comunidad.
Joaquín Laso, defensor de Independiente, describe el ambiente previo al partido como una experiencia única: “En las horas previas se siente la energía del clásico.
Vamos a llegar con la emoción muy alta”, comentó durante una conferencia organizada por la Liga Profesional.
El clásico, que se disputará este domingo a las 17:00 horas en el Cilindro, es un acontecimiento que ha estado en la mente de los hinchas desde hace días.
La pasión se siente desde las tribunas, donde los aficionados han dejado claro que todo esfuerzo vale la pena en este enfrentamiento, con cantos que resuenan en pos de la victoria.
Santiago Sosa, jugador de Racing, añade su perspectiva, enfatizando que jugar en casa brinda un impulso emocional significativo.
Sin embargo, menciona que durante la semana previa estas emociones deben absorberse para ser liberadas en el momento del encuentro: “Sentir la energía en el calentamiento es fundamental.
Ahí uno se da cuenta de lo que está en juego”.
La conversación entre ambos jugadores se tornó casi filosófica, con reflexiones sobre la pasión que despierta el clásico.
Laso relata el sacrificio que muchos hinchas hacen, desde recorrer grandes distancias hasta participar en eventos previos al partido, algo que él considera imprescindible para la conexión que sienten con el club.
“Es increíble ver a la gente que viaja miles de kilómetros solo para hacer sentir su apoyo”, expresa.
La pregunta que surge es si existe la presión de ganar.
Laso y Sosa coinciden en que, si bien hay una enorme necesidad de conseguir puntos, el significado del clásico va más allá de una simple victoria.
Sosa indica que la mentalidad debe ser equilibrada: “Queremos ganar igual que ellos.
Este partido es especial, pero nuestra preparación desde enero cuenta y no se define únicamente por este juego”.
Por su parte, Laso refuerza esta idea, reconociendo la importancia del ambiente emocional: “Cada partido cuenta, y más este, ya que está en juego tanto el orgullo como los objetivos del club.
Pero debemos encontrar la forma de manejar esa ansiedad, convertirla en energía positiva y enfocarnos en lo que sabemos hacer”.
Históricamente, el clásico de Avellaneda ha sido un escenario de intensas rivalidades, grandes gestas y momentos memorables que quedan grabados en la memoria colectiva.
A lo largo de los años, muchos han viajado para ser testigos de estos partidos que definen no solo la clasificación, sino también la esencia de dos instituciones arraigadas en la cultura futbolística argentina.
Con la cuenta regresiva en marcha, la emoción sigue en aumento y solo el tiempo dirá quién se llevará la victoria en este nuevo capítulo del clásico, un duelo que es mucho más que tres puntos en la tabla de posiciones.