Después de una larga racha de derrotas, Defensa y Justicia logró un triunfo crucial contra Banfield, asegurando la tranquilidad de su entrenador.
Finalmente, Defensa y Justicia ha roto su racha de 15 partidos sin victorias al imponerse este domingo a Banfield, un resultado que llena de alivio a su entrenador, Francisco Meneghini, quien había estado bajo presión tras tres derrotas consecutivas y un rendimiento muy por debajo de lo esperado.
El encuentro estuvo marcado por el predominio del Halcón en el primer tiempo, donde demostró mayor posesión del balón gracias a las constantes proyecciones de sus extremos, Gabriel Alanís y Matías Sosa.
Aunque era evidente la dominación, las oportunidades más peligrosas llegaron a través de tiros libres ejecutados por Alexis Soto, quien celebraba su partido número 150 con la camiseta de Defensa y Justicia.
Soto mostró su habilidad con el balón en diferentes ocasiones, generando inquietud en la defensa de Banfield y poniendo en aprietos al arquero Facundo Sanguinetti.
A pesar de las estrategias de Banfield, que intentó hacer daño a través de las bandas con jugadores como Juan Pablo Álvarez e Ignacio Rodríguez, sus esfuerzos fueron vanos.
La falta de conexión y precisión en los últimos pases condenó al Taladro, que sólo logró aproximarse al arco defendido por Enrique Bologna mediante un desborde de Ezequiel Bonifacio, quien no pudo concretar debido a un error de Luciano Herrera que terminó en manos del arquero local.
El segundo tiempo traería la recompensa que Defensa y Justicia merecía.
Kevin López, demostrando su tenacidad, recuperó un balón en la línea lateral.
Luego, Alanís se encargó de enviar un centro al área en un momento crucial.
Matías Sosa fue el que golpeó finalmente, cruzando el remate de manera sorpresiva y estableciendo el 1-0 en el marcador, desatando la alegría de los seguidores del Halcón y aliviando a Meneghini.
Banfield hizo algunos cambios en busca de reequilibrar el juego, donde ingresaron José Bisanz y Matías González.
Estos futbolistas lograron combinarse para crear una de las jugadas más efectivas, pero encontraron a Bologna como el muro que se interponía entre ellos y el gol, reflejando su destacada actuación durante el partido.
La victoria de Defensa y Justicia no solo es un bálsamo para el cuerpo técnico y los jugadores, sino que representa una inyección de moral para un equipo que había atravesado un periodo de sequía que comenzó el 16 de abril.
Historias como esta no son raras en el mundo del fútbol, donde una victoria puede cambiar la dinámica de un equipo y el estado de ánimo de jugadores y aficionados.
Sin duda, será un partido recordado no solo por la victoria, sino también como un punto de inflexión en la campaña del Halcón en la Liga Profesional.