En un partido marcado por la controversia, Gimnasia y Esgrima de Jujuy logró una victoria dramática sobre Güemes de Santiago del Estero, en el marco de la jornada 30 de la zona A de la Primera Nacional.

El encuentro, celebrado en el estadio 23 de agosto, fue testigo de un error arbitral que dejó a todos los presentes boquiabiertos.

El partido se encontraba empatado 0-0 cuando, en el tiempo añadido, el jugador Bruno Palazzo, quien había ingresado para dar un impulso al ataque del equipo local, sufrió una falta inesperada.

Palazzo intentó rematar al arco, pero se desestabilizó, lo que hizo que el balón se fuera por la línea de fondo.

En ese momento, no había duda: se trataba de un saque de arco para Güemes.

Sin embargo, el árbitro asistente Rubén Bustos, aparentemente distraído o haciendo una lectura errónea de la jugada, decidió cobrar un córner a favor de Gimnasia.

Adrián Franklin, el árbitro principal del encuentro, no se percató del error cometido por su asistente.

Este fallo, que a primera vista parecía inofensivo, se tornó en un momento crucial; de hecho, tras la ejecución del córner, el propio Bruno Palazzo se convirtió en el autor del único gol del encuentro.

El reloj marcaba 48 minutos del segundo tiempo cuando Palacio logró anotar, dando así la victoria al equipo jujeño en un final de locos que dejó a los aficionados y jugadores de Güemes atónitos.

Este tipo de situaciones resalta los desafíos que enfrenta la tecnología en el fútbol moderno y plantea preguntas sobre la efectividad del VAR, que navengando en controversias sigue sin implementarse en esta categoría.

Es importante recordar que el fútbol argentino ha sido escenario de situaciones vibrantes a lo largo de su historia.

Gimnasia de Jujuy, conocido como “el lobo” y con una rica tradición en la segunda división, ha demostrado una vez más que la competitividad en el fútbol nacional puede llevar a situaciones inesperadas e inesperadas.

El resultado dejó a Gimnasia con tres puntos vitales en su lucha por la clasificación, mientras que Güemes lamentó una derrota que podría haber sido fácilmente evitada si no fuera por el error arbitral.

Este partido no solo se recordará por el gol que selló el destino del encuentro, sino también por el debate que generó sobre la labor arbitral en el fútbol argentino.

Los aficionados esperan que se tomen medidas para mejorar la precisión en el juzgamiento de las jugadas, así como la incorporación de tecnología que ayude a evitar estos errores garrafales en el futuro.

En definitiva, el fútbol sigue proporcionando emociones y debates intensos, consolidándose como uno de los deportes más apasionantes y universales.