El equipo juvenil marroquí avanza a su primera final en la historia del Mundial Sub-20, resultado de más de una década de inversión en infraestructura, detección de talentos en el extranjero y desarrollo de bases formativas, consolidando su proceso de crecimiento en el fútbol internacional.

La semifinal disputada el miércoles pasado representó un triunfo para una política de desarrollo que ha involucrado inversión en infraestructura, captación de talentos en el exterior y modernización de los sistemas de formación.
Este logro no solo resalta la calidad del #fútbol juvenil marroquí, sino que también refleja una estrategia de crecimiento a largo plazo que ha colocado al país en el mapa del fútbol internacional.
Desde que en 2008 la Federación Real Marroquí de Fútbol (FRMF) decidió implementar un plan estructurado para modernizar y potenciar el deporte, los resultados han sido palpables.
Uno de los aspectos clave ha sido la detección y reclutamiento de talentos en la diáspora, principalmente en Europa. La comunidad marroquí en Europa, con más de 3,2 millones de personas según datos de la ONU en 2024, ha sido un foco de captación; en el actual equipo juvenil, por ejemplo, hay futbolistas nacidos en Francia, Bélgica, los Países Bajos e Italia, que eligieron representar a #Marruecos a pesar de tener opciones de jugar para sus países de nacimiento.
La inversión en infraestructura ha sido otro pilar fundamental. La FRMF construyó en 2019 el Complejo de Fútbol Mohammed VI en las afueras de Rabat, un centro de 35 hectáreas equipado con canchas de diferentes superficies, residencias, centros de rehabilitación y academias regionales.
Aquí, los jóvenes talentos son formados bajo un sistema que combina estudios académicos con entrenamiento intensivo, formando a generaciones de futbolistas que ya muestran su potencial en categorías mayores y juveniles.
El programa de formación incluye también la Academia Mohammed VI, creada en 2009, que ha albergado a más de 150 futbolistas en su modalidad de deporte-estudio, dando paso a una cantera que en los últimos años ha aportado jugadores a la selección mayor y juvenil.
Quienes en el pasado han representado y continúan defendiendo los colores de Marruecos en diferentes competiciones internacionales
Esta estructura ha sido fundamental para el desarrollo de jugadores como Nayef Aguerd, Youssef En-Nesyri y Azzedine Ounahi, quienes en el pasado han representado y continúan defendiendo los colores de Marruecos en diferentes competiciones internacionales.
El avance del fútbol marroquí tiene raíces en su proceso de profesionalización. Desde la temporada 2011/12, la primera en que se disputaron campeonatos profesionales en la Liga Nacional, la FRMF, el gobierno y diferentes organismos locales han trabajado conjuntamente para crear un sistema competitivo, organizando desde entonces torneos rentados que han mejorado la calidad de los clubes y de los jugadores.
El éxito en el Mundial Sub-20, con récords históricos y la conquista de la primera final para un país árabe en más de 40 años, es el resultado de este compromiso sostenido.
Antes de esta generación, Marruecos había llegado a los cuartos de final en 2005 y había tenido participaciones destacadas, pero nunca había logrado avanzar a una instancia decisiva.
Solo Qatar, en Australia 1981, había logrado llegar a la final de un #Mundial Sub-20 en esa zona del mundo.
Este logro refuerza la visión del fútbol marroquí de cara a futuras competencias, incluyendo la recuperación de su lugar en los torneos continentales y mundiales, y de cara a una posible clasificación para los Juegos Olímpicos y competiciones mayores.