Con la victoria de River Plate sobre Boca en el Superclásico disputado en el Monumental, el equipo de Marcelo Gallardo continúa reduciendo la diferencia en el historial entre ambos clubes y mantiene viva la esperanza de superar al eterno rival en los próximos partidos. El partido consolidó además el liderazgo de Gallardo en los enfrentamientos históricos contra Boca.

El Superclásico del fútbol argentino, uno de los eventos deportivos más apasionados e históricos del país, continúa siendo escenario de cambios en las estadísticas que dividen a River Plate y Boca Juniors.
Tras la victoria de River por 2-1 este domingo 27 de abril en el Estadio Monumental, el equipo dirigido por Marcelo Gallardo logró reducir aún más la distancia en el recuento de triunfos entre ambos clubes, dejando en evidencia la creciente supremacía del Millonario en los últimos años.
Desde que Gallardo asumió como entrenador de River en 2014, la rivalidad ha experimentado cambios significativos en los números. Cuando él llegó, Boca llevaba una ventaja de aproximadamente 6 partidos en el historial, pero con el paso de una década, esa diferencia se ha reducido considerablemente.
En total, se han disputado 264 Superclásicos en los que Boca mantiene 92 triunfos, con 339 goles a su favor, mientras que River ha obtenido 88 victorias, con 323 goles, y han empatado en 84 ocasiones.
Este proceso de recuperación y avance de River no solo refleja una mejora en su rendimiento, sino también en la gestión psicológica y emocional a cargo de Gallardo, considerado por muchos como uno de los mejores entrenadores del fútbol argentino en las últimas décadas.
Además, cabe destacar que en los enfrentamientos directos bajo su mando, River cuenta con un récord de 10 victorias, 11 empates y solo 7 derrotas, incluyendo las finales de la Supercopa Argentina y la Copa Libertadores de 2018 en Madrid, donde River conquistó ambos trofeos.
Para los amantes del fútbol argentino, estos datos adquieren una connotación aún más especial si se mira la historia completa del Superclásico. Desde mediados de 2014, cuando Gallardo tomó las riendas del equipo, la diferencia en el clásico se ha reducido con partidos que, además de la competencia directa, tienen un fuerte componente emocional y simbólico.
La rivalidad se ha intensificado en los últimos años, con Boca buscando mantener su liderazgo histórico, y River intentando revertir la tendencia a través de trabajos tácticos y motivacionales.
El técnico millonario ha expresado en varias oportunidades la importancia de estos enfrentamientos, más allá de los resultados. El domingo, tras la victoria, destacó la satisfacción de haber podido celebrar en su cancha y la emoción que generan estos duelos en el público.