La Primera División argentina registra una de las cifras más bajas de goles en su historia reciente, enfrentando una crisis goleadora que preocupa a jugadores, entrenadores y fanáticos por igual.

Desde el inicio del torneo Clausura 2025, en apenas tres fechas disputadas, se han marcado un total de 74 #goles en 45 partidos, lo que arroja un promedio de aproximadamente 1,64 goles por encuentro.
Para poner en perspectiva, en las temporadas anteriores, este promedio siempre estuvo por encima de los 1,97 goles por partido, incluso alcanzando los 2,33 en algunos casos en la Liga española o los 2,77 en la Premier League inglesa.
La disminución en la productividad ofensiva se ve reflejada en el aumento de encuentros sin goles.
De hecho, en estos tres partidos, se registraron ocho empates sin goles, una cifra que iguala los registros históricos de la época, especialmente comparable con la temporada de 1993 cuando se dieron solo seis empates sin goles en diez partidos.
La tendencia se profundiza al analizar los datos históricos: en toda la historia del fútbol argentino, solo en ocho ocasiones se han registrado promedios de goles de uno o menos por partido, la última en 2019.
Además, en la actualidad, más del 30% de los partidos finalizan con un marcador en blanco, dato que supera ampliamente el promedio de aproximadamente el 20% de los últimos años.
Los números reflejan que la crisis goleadora no es solo un fenómeno reciente, sino que tiene raíces profundas en la estructura del fútbol local. La falta de goles afecta la emoción del espectáculo, reduce el interés de los aficionados y, en muchos casos, genera críticas hacia los sistemas de entrenamiento, la condición física de los jugadores y la efectividad de las estrategias implementadas.
Mientras que en Europa estas cifras de goles bajísimas son excepcionales
Las comparaciones internacionales también son impactantes. Mientras que en Europa estas cifras de goles bajísimas son excepcionales, en Argentina hay un récord con respecto a las grandes ligas. Por ejemplo, en las primeras tres fechas de la temporada 2025 de LaLiga española se registraron solo 5 empates a 0 en 14 partidos, lo que equivale a un porcentaje del 17%, y en la Serie A de Italia hubo solo cuatro empates sin goles en igual cantidad de partidos, representando un 13%.
En cambio, en Argentina, ese porcentaje alcanza el 31%, demostrando el agravamiento del problema.
Otra comparativa relevante es con el Brasileirao, donde tras 17 fechas jugadas, apenas un 9% de los partidos finalizaron sin goles, con un promedio de 2,07 goles por encuentro, cifras que indican que el fútbol brasileño, aunque también con altibajos, mantiene un nivel ofensivo superior al argentino en estos momentos.
La diferencia puede explicarse en parte por las estructuras tácticas, el nivel de los jugadores y las características del juego local.
En años anteriores, la intensidad ofensiva en Argentina fue mayor y se caracterizó por partidos con muchas ocasiones, goles y un espectáculo vibrante.
La actual bajísima en cifras de goles, que recuerda a épocas de crisis, pone en duda la eficacia de los métodos de entrenamiento y la preparación física.
Además, la tendencia también impacta las arcas de los clubes con menor cantidad de ventas de entradas y derechos televisivos, que dependen en buena medida de un fútbol con mayor acción y goles.
Para revertir esta situación, se requieren medidas que fomenten el juego ofensivo y la creatividad en el campo. La historia del #fútbol argentino está llena de momentos de grandes goleadas y partidos memorables, pero en la actualidad, esa historia parece estar en pausa.