El mediapunta argentino Erik Lamela anunció su retiro del fútbol a los 33 años, motivado por una lesión crónica en las caderas que complicó su desempeño durante los últimos años. Lamela, exjugador de River Plate y de varias figuras en Europa, compartió los motivos de su decisión y cómo la lucha contra el dolor y las lesiones afectó su carrera.

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El mediapunta, que surgió de las inferiores de River Plate y tuvo un destacado paso por Europa, reveló que la principal causa fue una lesión crónica en sus caderas que lo ha molestado durante más de una década.

Lamela, quien también defendió la camiseta de la Selección Argentina en 25 ocasiones y participó en la Copa América 2016, expresó que la lesión en sus caderas comenzó a manifestarse hace aproximadamente 11 años.

En 2017, fue sometido a una operación en ambas caderas, siendo la del lado izquierdo la más afectada. Aquel año fue difícil para el futbolista, quien admitió que sintió mucho miedo y pensó que su carrera podría estar llegando a su fin a los 25 años.

Desde sus inicios en River Plate, Lamela fue considerado una de las mayores promesas del fútbol argentino. Debutó profesionalmente en 2009, a los 17 años, frente a Tigre en un partido en el Estadio Monumental. Tras el descenso de River en 2011, su pase fue vendido al AS Roma por 12 millones de dólares en aquel momento. En Europa, jugó también en Tottenham Hotspur, donde en 2021 conquistó el Premio Puskás por su gol más espectacular, además de pasar por Sevilla y, más recientemente, por AEK Atenas.

Lamela siempre tuvo un estilo de juego habilidoso y creativo, que le permitió destacar en cada uno de los clubes por los que pasó. Sin embargo, las #lesiones hicieron mella en su rendimiento. En su última temporada en Grecia, sufrió dolores que dificultaron tanto los entrenamientos como los partidos. En una publicación en Instagram, el jugador explicó que las molestias se fueron agravando, y que en los últimos tiempos, debía tomar medicación para poder competir en las mejores condiciones.

“Para los que no saben, tengo problemas en las caderas, que comenzaron hace 11 años. En 2017, fui operado de ambas, con la izquierda como la más afectada. Fue un año muy difícil, con mucho miedo... pensé que podía ser el final de mi carrera y tenía apenas 25 años”, comentó Lamela en su publicación. Además, reveló que durante los últimos tiempos, empezó a tomar una dosis máxima de medicación unos días antes de cada partido para poder rendir.

El futbolista argentino destacó que en la última temporada, incluso los entrenamientos se volvieron complejos. “Este año, las cosas cambiaron. Ya no aceptaban cómo quería entrenar, y entiendo perfectamente esa postura, por eso llegamos a un acuerdo para terminar de la mejor manera posible”, manifestó.

Lamela expresó también que se siente en paz consigo mismo por haber llegado hasta el final, sin dejar nada en el tintero, y que, en cierto modo, siente un alivio por quitarse la mochila de las molestias y el dolor.

Su despedida generó numerosos mensajes de apoyo de parte de excompañeros, entrenadores y seguidores. La historia de Lamela está marcada por un talento precoz y una carrera llena de altibajos, siempre enmarcada por la lucha contra una lesión que, desde hace años, ha condicionado su rendimiento y decisiones.

Sino también contra lesiones crónicas que ponen en duda la continuidad de sus carreras

En un contexto más general, la historia de Lamela se enmarca dentro del caso de atletas de élite que luchan no solo contra rivales en cancha, sino también contra lesiones crónicas que ponen en duda la continuidad de sus carreras.

La ciencia médica ha avanzado mucho en las últimas décadas, con técnicas como la artroplastia de cadera que, en ocasiones, ofrecen soluciones duraderas, pero en otros casos, como el de Lamela, las lesiones tan tempranas complican la recuperación y el rendimiento.

Desde su debut en River, Lamela fue considerado un jugador con un futuro promisorio. Hace 14 años, cuando empezó su carrera profesional, era uno de los juveniles con mayor proyección en Argentina, y en ese tiempo, la lesión que ahora lo obliga a retirarse no era una amenaza inmediata.

Sin embargo, las heridas y el desgaste físico acumulado terminaron pasando factura, demostrando la dureza que enfrentan los deportistas de alto rendimiento.

Su historia, además, es un ejemplo de valentía y perseverancia, pues Lamela combatió con todas sus fuerzas durante años, intentando volver a la forma positiva de juego a pesar de las lesiones.

Ahora, con su retiro, abre un nuevo capítulo en su vida, con la satisfacción de haber dado todo en una carrera marcada por el talento y la lucha constante contra el dolor.