El comienzo del Torneo Clausura en Argentina estuvo marcado por decisiones arbitrales polémicas que afectaron el desarrollo de los partidos y provocaron cambios en las designaciones de árbitros y VAR. La actuación de Nicolás Lamolina y Salomé Di Iorio generaron controversia, mientras que los costos asociados a estos arbitrajes impactan en el fútbol local.

La tercera fecha, que se disputará el próximo fin de semana, dejó en evidencia algunas tensiones existentes en la evaluación de los árbitros y la utilización del VAR, así como las implicancias económicas de estas decisiones.
Una de las figuras más discutidas fue Nicolás Lamolina, quien después de un año sin dirigir en Primera División, volvió a estar en foco por su actuación en el partido entre Racing y Barracas Central.
Aunque en esa ocasión tomó una decisión correcta al no señalar penal a favor de Barracas, fue criticado por una acción en el encuentro entre San Lorenzo y Gimnasia de La Plata en el estadio Nuevo Gasómetro.
En esa jugada, Lamolina omitió marcar un penal en el segundo minuto de adición, tras un remate de Agustín Ladstatter que impactó en el brazo derecho de Pedro Silva.
La revisión mediante el VAR, a cargo de Salomé Di Iorio, respaldó la decisión original del árbitro, lo que generó diferentes opiniones en el ambiente futbolístico.
El costo económico de estos arbitrajes es también un tema a considerar, ya que la utilización de VAR y la consulta a los asistentes especializados en cada jugada tienen un impacto que, en algunos casos, puede alcanzar sumas considerables que se reflejan en el presupuesto del fútbol profesional argentino.
Según informes internos, el costo de cada revisión VAR en la Primera División ronda aproximadamente los 2,000 a 3,000 euros, dependiendo de la complejidad de la consulta y la cantidad de revisiones necesarias por partido.
Por otro lado, Salomé Di Iorio, encargada del VAR en este inicio de torneo, seguirá en funciones en el partido entre Talleres de Córdoba y Godoy Cruz de Mendoza.
Su participación en el #fútbol argentino es parte de una tendencia a profesionalizar y especializar el arbitraje en la región
Su participación en el fútbol argentino es parte de una tendencia a profesionalizar y especializar el arbitraje en la región. Sin embargo, las decisiones tomadas durante las jugadas también generaron controversias. Por ejemplo, en el duelo en el estadio Nuevo Gasómetro, una acción en la que Zalazar anotaba un gol valioso para Gimnasia fue anulada por offside, decisión que fue respaldada por el VAR, pero que generó protestas de la afición y jugadores visitantes.
El sistema de asignación de árbitros y VAR continúa con cambios, buscando reducir las polémicas y mejorar la transparencia. Para la tercera fecha, los árbitros y asistentes, incluidos los encargados del VAR, han sido seleccionados cuidadosamente, pero no están exentos de críticas y análisis por parte de los clubes y cuerpos técnicos.
Desde la implementación del VAR en Argentina en 2018, el sistema ha sido clave para reducir errores claros, pero también ha generado debates sobre su aplicación y sobre cómo los árbitros y asistentes deben calibrar sus decisiones.
La relación entre decisiones arbitrales, economía del fútbol y percepción pública sigue siendo un tema de interés, que influye en la credibilidad del torneo y en la confianza de los hinchas.
Este contexto refleja las complejidades de un sistema en constante evolución, donde la tecnología y la evaluación de desempeño buscan equilibrar la justicia deportiva con las realidades económicas y sociales del fútbol en Argentina.