El conjunto de Central Córdoba venció 2-1 a San Lorenzo en un encuentro lleno de controversias arbitrales, incluyendo un penal polémico y una expulsión discutible, que lo clasificó a los cuartos de final del Torneo Clausura.

Imagen relacionada de central cordoba derrota san lorenzo arbitraje polemico

El encuentro se disputó en un contexto donde las controversias en los arbitrajes marcaron el desarrollo del juego y generaron un gran malestar en la escuadra de Boedo.

El partido comenzó con una propuesta ofensiva de San Lorenzo, que presionaba en campo contrario y buscaba generar peligro temprano. La presión inicial del conjunto de Boedo parecía marcar el ritmo del encuentro, pero las corridas de Matías Perelló por el sector izquierdo mitigaban esa ofensiva y obligaban a los dirigidos por Damián Ayude a replegarse, priorizando la solidez defensiva.

En la primera mitad, el club visitante fue levemente superior, logrando inquietar al arquero paraguayo Orlando Gill, quien tuvo una buena actuación y logró salvar dos disparos peligrosos, uno de Perelló y otro de Fernando Martínez.

El momento clave del primer tiempo fue la jugada en la que Jhohan Romaña, defensor de Central Córdoba, aprovechó un error en el control del juvenil Lucas Varaldo y, tras una habilitación de enganche, trasladó varios metros con soltura y sirvió el gol a Facundo Gulli, quien definió con un disparo al ángulo en el minuto final del primer tiempo.

La celebración fue exclusiva para el colombiano y Gulli, dejando a los jugadores de #San Lorenzo desconcertados.

En la segunda parte, la polémica dejó de lado los detalles técnicos y pasó a dominar la escena del partido. A los 20 minutos, una decisión del árbitro Nazareno Arasa generó gran controversia. Ignacio Perruzzi y Lucas Varaldo cayeron en el área en una jugada que parecía disputada, y el delantero de San Lorenzo reclamó penal. La lectura inicial del árbitro fue negativa, pero a instancias del VAR, manejado por Lucas Novelli, se cobró un penal que Varaldo convirtió en gol, poniendo en ventaja a los visitantes.

Este cobro despertó el descontento en el cuadro de Boedo, que protestó vehementemente. Las protestas le costaron amarillas a Romaña y Cuello, siendo esta última bastante costosa para el colombiano, ya que segundos después recibió una expulsión injusta tras una acción que fue interpretada como simulación por parte de Perelló, en un intento de provocar la tarjeta.

Lo que perjudicó aún más las aspiraciones de San Lorenzo

La doble amonestación dejó al defensor fuera del campo, lo que perjudicó aún más las aspiraciones de San Lorenzo.

A pesar de estar en desventaja numérica, el equipo de Boedo no se rindió. Intentó mantener el empate, reforzando su línea defensiva y buscando aprovechar contragolpes. Pero en la agonía del partido, el lateral derecho Moyano realizó un desborde que recordó a los ídolos del fútbol brasileño, y José Florentín aprovechó para marcar el segundo gol de #Central Córdoba en el minuto final del encuentro, sellando la victoria y la clasificación.

Este resultado provocó una gran indignación en los futbolistas y seguidores de San Lorenzo, que consideraron que las decisiones arbitrales influenciaron claramente en el resultado final.

La historia del #fútbol argentino está llena de episodios similares, donde el arbitraje ha sido protagonista, tanto positiva como negativamente, en partidos decisivos.

La polémica generada en este encuentro recuerda casos históricos en los que decisiones cuestionables han marcado partidos y campeonatos, generando debates que perduran en el tiempo.

Con esta victoria, Central Córdoba continúa avanzando en una competición donde el equilibrio entre talento, estrategia y decisiones arbitrales puede definir destinos.