Boca Juniors asegura su pase a los cuartos de final del Torneo Apertura tras vencer a Lanús en penales en un partido con poca claridad en su juego y mucha tensión en la Bombonera.

Boca Juniors continúa su camino en el Torneo Apertura y ahora se prepara para enfrentarse en los cuartos de final al ganador del duelo entre Independiente y la filial de Independiente Rivadavia.
La clasificación se logró en una tanda de penales tras un partido que, otra vez, reflejó las dificultades del equipo para desplegar un juego fluido y dominante.
El encuentro fue bastante discreto, con escasas oportunidades en ataque para ambos equipos y un final que mantuvo a los espectadores en vilo. Desde los once pasos, Boca fue ligeramente más efectivo, logrando mantener su invicto en el año, tras haber empatado su único partido en la fase de grupos y haber obtenido siete victorias consecutivas.
La irregularidad en su rendimiento, que también llevó al entrenador Fernando Gago a dejar el cargo tras la derrota frente a River Plate, se hizo presente en este partido de eliminación directa.
Por su parte, Lanús mostró un estilo de juego ordenado y paciente, muy en línea con la filosofía de Mauricio Pellegrino: control del ritmo, concentración en la recuperación y espera de oportunidades para lastimar en ataque.
El conjunto granate no arriesgó demasiado en la primera mitad, esperando aprovechar los errores del local y generar peligro en contragolpes.
En los primeros minutos, Boca tuvo una oportunidad clara a través de un centro de Velasco, que Merentiel no pudo concretar, y a los 25 minutos, Salvio envió un remate que fue detenido por el arquero rival.
La jugada más relevante del equipo xeneize fue un toque colectivo que llevó peligro, aunque sin concretarse en gol. Lanús también generó chances, como una peinada en el área que fue desviada por Ronaldo de Jesús o un remate de Ramiro Carrera que Marchesín logró neutralizar.
El segundo tiempo no difirió mucho en intensidad, con Boca intentando imponer su juego y Lanús esperando alguna oportunidad para sorprender. La Liga Argentina ha mostrado en los últimos años una tendencia hacia partidos muy disputados y desgastantes, con estilos que priorizan la organización defensiva y la paciencia, algo que se reflejó en este encuentro.
La tensión creció a medida que avanzaba el partido, y en la tanda de penales, Milton Giménez fue responsable de anotar el penal decisivo que dio la clasificación a Boca.
En total, Boca anotó cuatro penales, con goles de Giménez y Zeballos, mientras que Lanús falló uno por un remate que fue detenido por Marchesín.
El ambiente en La Bombonera fue dramático, con los hinchas expresando su frustración en momentos de juego y respaldando fuerte durante los penales, una muestra de la pasión que caracteriza al fútbol argentino.
La victoria en penales permitió que Boca continúe en la competencia, buscando volver a los niveles de éxito de años anteriores.
Este torneo, que ha visto cambios en sus formatos y en la estructura del fútbol local, sigue siendo uno de los principales escaparates para los jóvenes talentos argentinos.
La historia reciente de Boca refleja una búsqueda constante de equilibrio y rendimiento, con hitos históricos como sus múltiples títulos nacionales e internacionales, que mantienen viva la ilusión de sus aficionados.
Ahora, en los cuartos de final, el equipo intentará consolidar la recuperación y volver a demostrar su potencial en las próximas etapas del campeonato.
Con una inversión en el club que ronda los 45 millones de euros en diversos refuerzos en los últimos meses, Boca busca reforzar su plantel y aspirar a los títulos que le permitan recuperar su prestigio tanto a nivel local como internacional.