La FIA establece sanciones más severas para los pilotos tras las protestas de Max Verstappen, generando tensión en la Fórmula 1.

Max Verstappen, quien se coronó campeón de la Fórmula 1 por cuarto año consecutivo, ha sido objeto de controversia tras recibir una multa por usar lenguaje inapropiado en la conferencia de prensa previas al Gran Premio de Singapur.
Durante esta conferencia, Verstappen se refirió al rendimiento de su equipo, Red Bull, utilizando la expresión "mierda", lo que desató la ira de las autoridades.
En respuesta a la situación, el piloto holandés expresó su descontento, sugiriendo que este tipo de incidentes podría influir en su futuro en la categoría.
"Este tipo de cosas definitivamente también deciden mi futuro", enfatizó Verstappen. "Si no puedes ser tú mismo o tienes que lidiar con tonterías ridículas, eso no es una manera viable de continuar en el deporte".
Cuatro meses después de la controversia, Mohammed Ben Sulayem, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), decidió implementar cambios significativos en el Código Deportivo.
Estas modificaciones, que fueron anunciadas sin consulta previa, incluyen sanciones más estrictas para conductas inapropiadas, como el uso de lenguaje grosero o insultante.
Las infracciones pueden resultar en la pérdida de puntos en el campeonato e incluso prohibiciones para participar en carreras. El nuevo artículo 12 define las faltas de manera amplia, abarcando desde el uso de lenguaje ofensivo hasta agresiones físicas como golpes o empujones.
De acuerdo a las modificaciones, tanto el uso verbal como los gestos pueden ser considerados faltas, lo que ha generado una creciente preocupación entre los pilotos.
Históricamente, los pilotos de Fórmula 1 han disfrutado de una cierta libertad al expresarse, pero este nuevo enfoque de la FIA ha sido visto como un intento de silenciar sus voces y controvertir sus comportamientos.
La Asociación de Pilotos de Gran Premio (GPDA) ya había hecho un llamado en noviembre pasado, exigiendo que se les tratara como adultos y afirmando que las multas impuestas no eran adecuadas para el deporte.
Además, se conoce que George Russell, director del equipo Mercedes, ha manifestado su frustración con la dirección actual de la FIA, expresando que muchos pilotos están cansados de enfrentar restricciones innecesarias.
A partir de ahora, los pilotos que incurran en infracciones se enfrentarán a un sistema de multas que comenzará en 10,000 euros por la primera ofensa, incrementándose a 20,000 euros para una segunda y 30,000 euros para una tercera falta.
Sin embargo, los competidores de la Fórmula 1 y de campeonatos superiores podrían ver sus multas multiplicadas por cuatro, es decir, los montos podrían escalar de 40,000 hasta 120,000 euros, lo que despierta críticas y preocupaciones sobre la justicia de estas sanciones.
\n
La oposición a esas medidas ha crecido, con voces críticas alegando que el liderazgo de la FIA, bajo la dirección de Ben Sulayem, podría considerarse autocrático.
Muchas de estas medidas ni siquiera fueron discutidas en las reuniones adecuadas y se aprobaron de manera rápida y sin la participación de las partes interesadas.
Esto pone en entredicho si esta estrategia busca mejorar la disciplina en el deporte o si, más bien, es una manera de someter a los pilotos a un régimen más controlado.
Dado que la temporada de Fórmula 1 está próxima a comenzar, se anticipa un clima de tensión entre los pilotos y la FIA. Mientras los equipos se preparan para el primer Gran Premio en Australia, es probable que surjan más debates sobre estas nuevas regulaciones y cómo afectarán la relación entre los pilotos y sus supervisores.