Franco Colapinto tuvo un inicio complejo en el Gran Premio de San Pablo, donde se vio afectado por la reciente pérdida de su abuelo, Leónidas Colapinto.

Al llegar al circuito de Interlagos, el piloto argentino, que normalmente es conocido por su actitud positiva y su sonrisa, se presentó con un semblante grave y abrumado por el dolor.

Poco antes del evento, Colapinto fue recibido por aproximadamente 150 fanáticos argentinos, quienes lo alentaron en el pitlane.

Sin embargo, al comenzar el viernes, su estado de ánimo evidenció el impacto emocional por la noticia de la muerte de su abuelo.

Franco, de 21 años, decidió no hacer declaraciones a la prensa, prefiriendo el apoyo de su círculo cercano, que incluía a su hermana Martina, su psicólogo y sus mánagers.

El joven piloto tuvo su primera práctica libre en Interlagos, donde terminó en el puesto 13. Aunque no fue su mejor rendimiento, se fue adaptando al circuito.

Colapinto enfatizó la importancia de esta carrera ya que se desarrolla en un fin de semana de carrera Sprint, un formato que le resulta nuevo.

En la clasificación para la carrera Sprint, Colapinto hizo una estrategia arriesgada al optar por una sola vuelta.

Esto resultó en que no lograra avanzar más allá de la Q2, finalizando en el puesto 14, justo detrás de otros pilotos como Checo Pérez y Lewis Hamilton.

A pesar de su desempeño, el apoyo de los aficionados argentinos en las gradas fue evidente, quienes gritaban palabras de aliento desde el exclusivo Paddock Club.

La dinámica dentro del paddock, sin embargo, no se detiene.

Se rumorea sobre el futuro de Colapinto, especialmente tras la presencia de Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, en el hospitality de Williams.

Vowles, el director del equipo Williams, mencionó que están considerando múltiples opciones y equipos interesados en el joven piloto.

Franco ha expresado su deseo de permanecer en la Fórmula 1 y sabe que tiene el respaldo tanto de su familia como de los patrocinadores y hinchas.

El apoyo y la emoción que Colapinto genera son palpables, y aunque el foco está en su rendimiento en la pista, el peso emocional de su situación familiar ha sido un desafío considerable.

El fin de semana de competición continuó, con la esperanza de que logre un mejor resultado y que su situación familiar no le impida desarrollar su carrera deportiva.

Con la expectativa de que más de 10,000 compatriotas argentinos lo apoyen durante la carrera del domingo, Colapinto se enfrenta a un sinfín de emociones, desde la tristeza por su pérdida hasta la motivación que le proporciona saber que no está solo en esta difícil etapa.

Los aficionados siguen haciéndole llegar su cariño, convertidos en su principal fuente de motivación.