El joven piloto argentino Franco Colapinto debutó en su primera carrera con Alpine en Imola 2024, enfrentándose a desafíos y aprendiendo sobre la marcha en un año crucial para su desarrollo en la Fórmula 1.

El 2024 se convirtió en un año decisivo para Franco Colapinto en la Fórmula 1, marcando su debut oficial en una de las categorías más prestigiosas del automovilismo.
Tras su ingreso al equipo Alpine, el piloto argentino enfrentó su primer Gran Premio en Imola con un espíritu de aprendiz y un deseo ferviente de sumar experiencia en un entorno altamente competitivo.
En su primera participación en un Gran Premio con Alpine, Colapinto finalizó en la posición 16, un resultado que refleja los múltiples desafíos que aún debe superar para adaptarse a un monoplaza muy distinto al Williams FW46 en el que corrió en temporadas anteriores.
La adaptación a un coche que requiere un manejo más exigente, combinado con un funcionamiento diferente del vehículo, resultó ser un proceso de aprendizaje más demandante de lo que inicialmente esperaba.
Además, el equipo Alpine atravesó una semana convulsionada tras cambios en su estructura, incluyendo la salida del director de equipo Oliver Oakes y movimientos en la alineación de pilotos, donde el talento joven argentino comenzó a hacer sus primeras incursiones.
Uno de los momentos más duros ocurrió en la clasificación del sábado, cuando en la Q1 se golpeó contra el muro en la Variante Tamburello tras utilizar un poco más los pianos, como él mismo explicó, por primera vez con tanta intensidad.
La colisión le obligó a abandonar esa sesión con un golpe emocional y técnico, pero en sus palabras a Clarín, Colapinto admitió que ese error le sirvió para aprender: “Usé más los pianos de lo habitual, en la qualy es cuando hay que aprovechar cada espacio, y eso me costó caro”.
Tras esa caída, Franco decidió mantener la cabeza fría y centrarse en finalizar la carrera sin riesgos que le puedan causar incidentes mayores o perder puntos valiosos.
“Fue un día duro, pero también de mucho aprendizaje. Las 63 vueltas que completé me dejaron una enseñanza importante sobre cómo manejar la presión y entender mejor el coche”, señaló en la línea de meta.
Desde que llegó a la Fórmula 1, Colapinto ha ido con paso firme, todavía en proceso de adaptación, pero con una clara visión de crecimiento. La experiencia en Imola le brindó datos esenciales para entender las particularidades del monoplaza y mejorar sus tiempos, siendo su mejor vuelta 1 minuto y 20 segundos y 345 milésimas, apenas unas centésimas por detrás de su compañero Pierre Gasly, quien marcó 1:20.398.
El joven piloto de 21 años, que cumplirá 22 en una semana, reconoció que aún hay trabajo por hacer: “Tenemos datos valiosos para seguir aprendiendo y mejorando en las próximas carreras.
La velocidad final no es nuestro punto fuerte todavía, pero confiamos en que con desarrollo y entrenamiento vamos a acercarnos más a la competencia”.
Su próxima carrera será en Mónaco, un trazado donde su experiencia en categorías inferiores como F2 y F3 puede jugar a su favor. Lo importante en estos primeros compases es acumular kilómetros y confianza, más allá del resultado inmediato. “En Mónaco será diferente, porque no dependemos tanto de la velocidad del motor. Conozco el circuito y eso me da cierta tranquilidad para intentar hacer una buena pasada”, indicó.
Por otro lado, Alpine y otros equipos trabajan en actualizar sus monoplazas para las próximas citas del calendario. La escudería francesa, que en los últimos años ha avanzado con mejoras en diferentes áreas, promete novedades que podrían aportar un rendimiento superior en las próximas carreras, especialmente en un circuito urbano como Mónaco, donde la precisión y la estrategia son fundamentales.
En el aspecto técnico, el director de Alpine, David Sánchez, afirmó que aunque el prototipo de 2026 ya está muy avanzado, tienen planificado seguir optimizando el coche de 2025.
Los avances se harán notar en las próximas carreras, aunque aún no han definido fechas específicas para estas evoluciones.
Tanto Mónaco como Barcelona forman parte de la fase europea del calendario, donde la atención se centrará también en los cambios que la FIA implementará en sus regulaciones técnicas, como las restricciones en la flexión de los alerones delanteros.
Además, se espera que Alpine siga incorporando mejoras en sus coches, siguiendo los pasos de Ferrari y Aston Martin, que ya han introducido actualizaciones en sus monoplazas.
En los últimos años, el rendimiento de Alpine ha mejorado considerablemente, y la incorporación de jóvenes talentos como Colapinto es parte de su estrategia para afrontar un futuro competitivo en la Fórmula 1.
La experiencia adquirida en su debut en Imola será un pilar fundamental para afrontar retos mayores en las próximas temporadas, y aunque aún le falta crecer, su actitud y determinación anticipan un camino prometedor en la máxima categoría del automovilismo.
Con miras al 2025 y más allá, los ingenieros y pilotos trabajan en el desarrollo de proyectos que puedan posicionar a Alpine en la élite del automovilismo mundial.