La escudería Alpine enfrenta el desafío de diseñar un nuevo monoplaza para la temporada 2026, ajustándose a las nuevas regulaciones que requieren mayor electrificación, reducción de peso y avances aerodinámicos, mientras mantiene el rendimiento en carrera.

Este esfuerzo llega en un momento en que los cambios en el reglamento técnico exigen innovación y una profunda revisión del diseño, con el objetivo de mejorar el rendimiento y cumplir con nuevos estándares.
Históricamente, #Alpine ha sido un referente en la ingeniería automovilística, principalmente por su pasado en la Fórmula 1, donde en 2005 con el R25 logró sus mayores éxitos con títulos en el Campeonato Mundial de Pilotos con Fernando Alonso y en el de Constructores con Renault.
Aquellos logros marcaron una era dorada para la marca, que comenzó en los 80 como Toleman y en los 90 con Benetton, cuando pilotos como Ayrton Senna y Michael Schumacher se consagraron campeones con sus autos.
Actualmente, la situación de Alpine dista mucho de aquella gloriosa etapa. La escudería ocupa el último puesto en la clasificación de constructores en 2025, una realidad que motiva a los ingenieros y directivos a redoblar esfuerzos para revertir la tendencia.
La mayoría del personal de la fábrica en Enstone dedica sus horas al desarrollo del nuevo monoplaza, teniendo en cuenta que en 2026 la FIA impondrá reformas que afectarán profundamente el diseño de los autos, especialmente en aerodinámica, peso y tecnología de propulsión.
El director técnico de Alpine, David Sánchez, destacó a medios especializados que “todo depende de cumplir y entender claramente en qué aspectos estamos por debajo de los líderes.
La idea es identificar nuestras debilidades, corregirlas y volver a estar a la altura de los mejores en la pista”. Con una experiencia previa en Ferrari y McLaren, Sánchez se enfoca en la complejidad de integrar diferentes departamentos para lograr un vehículo que sea aerodinámicamente eficiente, tecnológicamente avanzado y con un rendimiento equilibrado.
Las regulaciones para 2026 ya fueron en gran parte redactadas y tienen un volumen considerable: más de 200 páginas que detallan nuevas restricciones y requisitos.
Aunque todavía podrían sufrir modificaciones, el plan actual indica que Alpine y otras escuderías tienen información clara sobre lo que les espera.
Entre las principales metas, se destaca una unidad de potencia más electrificada, con una reducción de peso en torno a los 30 kilos (equivalente a unos 66 libras), y una aerodinámica más eficiente que permita mantener altas velocidades en rectas sin consumir excesivamente la energía almacenada.
El nuevo motor tendrá una mejor capacidad de recuperación de energía, lo cual exige que el diseño del auto minimice la resistencia aerodinámica para no perder velocidad en recta y prevenir el consumo temprano de la energía.
Además, la aerodinámica activa, que en la actualidad se conoce como DRS, será mejorada y podrá emplearse en más zonas del circuito, facilitando sobrepasos y estrategias de carrera.
Simulaciones internas indican que estos nuevos autos serán menos pegados al suelo, disminuyendo el agarre en curva y aumentando la distancia de frenado.
Sin embargo, los ingenieros confían en que estas diferencias, aunque significativas, no distorsionarán demasiado la competitividad a corto plazo, y que los pilotos deberán adaptarse a un comportamiento diferente en cada carrera.
Expresó públicamente que Alpine debe aspirar a estar entre los mejores equipos
De cara a lograr un rendimiento de punta, Flavio Briatore, ex-Director Ejecutivo de Renault F1, expresó públicamente que Alpine debe aspirar a estar entre los mejores equipos.
Sánchez confirma este objetivo: “Reconocemos la distancia actual respecto a los líderes, pero estamos enfocados en revertir esa situación. La oportunidad que ofrecen las nuevas reglas nos permite comenzar desde cero y construir un auto competitivo desde sus cimientos”.
La inversión en investigación y desarrollo, junto con la planificación para 2026, es colosal. Según datos internos, el presupuesto destinado a este proyecto supera los 50 millones de euros, equivalentes a más de 45 millones de libras o aproximadamente 56 millones de dólares actuales, lo cual evidencia la fuerte apuesta por alcanzar la élite de la máxima categoría del automovilismo.
El camino no está exento de desafíos, pero Alpine cuenta con la experiencia, los recursos y la visión para luchar por un lugar en la cabeza de la grilla en los próximos años.