El arquero argentino Emiliano Martínez vuelve a ser el centro de atención tras sus festejos polémicos con los trofeos de la selección.

Emiliano Martínez, el arquero argentino que se consagró campeón del mundo en Qatar 2022, continúa en el ojo del huracán por sus festejos poco convencionales con los trofeos obtenidos por la selección.

Tras recibir el par de guantes de metal que lo reconocen como el mejor portero del torneo, Martínez hizo alarde de su trofeo ante los asistentes, manteniéndolo a la altura de su pubis, lo que generó estupor en quienes presenciaron la escena.

Este gesto se replicó más tarde con el trofeo dorado que Argentina levantó en 1978 y 1986, generando un torrente de reacciones críticas desde diferentes ámbitos.

El ambiente caldeado del Medio Oriente, lleno de emoción y celebraciones tras la victoria, podría haber servido como contexto para minimizar su actitud, que algunos consideran provocadora y propia de un adolescente.

Sin embargo, su comportamiento no se detuvo en Qatar.

En una noche fría de jueves en el Estadio Monumental de Núñez, tras el triunfo de Argentina por 3-0 contra Chile durante las Eliminatorias Sudamericanas, la controversia se reavivó. La réplica del trofeo de la Copa América, entregada previamente a Ángel Di María por el presidente de la Conmebol, fue de nuevo llevada por Dibu al celebrarla, repitiendo su polémica pose.

Este nuevo festejo, captado por el fotógrafo de Clarín, Juano Tesone, mostraba a Martínez inclinado hacia atrás sosteniendo el trofeo entre sus piernas, con una expresión traviesa que recuerda a las muecas de los niños al decir una mala palabra.

La euforia fue palpable y el momento se volvió viral entre los aficionados, aunque también avivó la crítica.

Las reacciones varían, algunos simpatizan con su manera desenfadada de celebrar, mientras que otros piensan que debería mostrar más respeto por los trofeos que simbolizan logros históricos.

A fin de cuentas, la selección argentina, con Martínez bajo los tres palos, ha cosechado numerosos reconocimientos en los últimos años, lo que hace que la pregunta sobre qué más puede ganar resuene con fuerza.

No obstante, se debe recordar que, más allá de las controversias relacionadas con sus celebraciones, el desempeño de Martínez en el campo es excepcional.

Con un total de 46 partidos jugados con la selección argentina, ha recibido solo 17 goles y ha mantenido su arco invicto en 34 de esos encuentros, lo que resalta su importancia en el equipo.

En definitiva, mientras el arquero continúe produciendo resultados positivos en el campo, es probable que sus festejos sigan generando tanto admiración como debate.

La historia de Martínez es una mezcla de éxito, polémica y la presión de representar a un país con una rica tradición futbolística.