La Villa Olímpica de París 2024 se convierte en el refugio de los atletas argentinos, ofreciendo un espacio familiar y con identidad en la cita deportiva más importante del mundo.
Aunque los Juegos Olímpicos de París 2024 aún no han comenzado oficialmente, la emoción ya se siente en la Villa Olímpica, el lugar que albergará a atletas de todo el mundo durante el evento.
Este complejo, ubicado en los municipios de la región de Sena-Saint Denis, a tan solo siete kilómetros al norte del corazón de París, es una auténtica prueba de la grandeza y el espíritu olímpico.
La Villa, compuesta por 82 edificios y con un área total que abarca 54 hectáreas, equivalente a 70 campos de fútbol, ya ha abierto sus puertas y recibido a miles de deportistas.
En ella, la delegación argentina ha encontrado su hogar temporal.
Entre los que ya se han instalado se encuentran no solo los jugadores del equipo de rugby, quienes fueron los primeros en llegar, sino también representantes de otras disciplinas como vóleibol, triatlón y skate.
Para que los atletas se sientan como en casa, la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Argentino ha decorado los espacios con orgullo.
Uno de los puntos más destacados es el 'Fan Fest', un área en la terraza teñida de celeste y blanco donde los argentinos pueden relajarse.
Esta zona no solo cuenta con banderines y sillas cómodas, sino que también ofrece productos típicos como yerba mate, dulce de leche y galletitas, que recuerdan a los sabores de Argentina.
Esto es especialmente importante para los atletas que desean disfrutar de un pedacito de su cultura durante su estancia en un país extranjero.
La atmósfera en la Villa también se fortalece con actividades de entretenimiento, que incluyen juegos de mesa y una pantalla gigante para seguir las competencias.
La capitana de Las Leonas, Rocío Sánchez Moccia, comentó sobre la importancia de estos espacios para mantener la unión y la camaradería entre los atletas, quienes a menudo compiten en diferentes disciplinas.
Además, en la Villa, las interacciones entre miembros de distintas delegaciones favorecen un sentido de comunidad.
Los Pumas de rugby han disfrutado especialmente de su estancia, habiendo sido los primeros en llegar y experimentar una Villa aún tranquila, pero ya con el bullicio de otros equipos al llegar.
Santiago Álvarez Fourcade, capitán de la selección, mencionó que la oportunidad de conocer y charlar con atletas de otros deportes es una de las experiencias más enriquecedoras que ofrece la Villa.
El diseño de la Villa se ha optimizado para facilitar la movilidad de los atletas, con vehículos eléctricos y bicicletas disponibles para moverse entre los diferentes sectores.
Sin embargo, algunos atletas han comentado sobre las dificultades para acceder a las bicicletas, especialmente en grupos grandes.
Las instalaciones de la Villa también son impresionantes, contando con un comedor que opera las 24 horas, capaz de atender a más de 3,200 personas, y donde se preparan alrededor de 40,000 comidas diarias, incluyendo opciones veganas.
Además, los atletas también disponen de un gimnasio equipado, un policlínico y espacios recreativos.
Durante una cena especial, los atletas se reunieron para compartir experiencias y disfrutar de su tiempo juntos, uniendo la delegación en un solo equipo, más allá de sus propias disciplinas.
Santiago Lange, campeón olímpico, expresó su alegría al revivir la experiencia de la Villa desde una perspectiva diferente, sumando su voz a la de sus compatriotas al afirmar que la atmósfera olímpica siempre es mágica.
La Villa Olímpica de París no solo sirve como alojamiento para los atletas, sino que también se convierte en un punto de encuentro, un lugar donde las almas de los deportistas se entrelazan y crean recuerdos para toda la vida.
En este espacio, cada rincón respira la pasión por el deporte y la cultura argentina, uniendo a los atletas en estos días previos al inicio de una competencia que espera ser inolvidable.