Después de tres días de partidos y a falta de dos más para cerrar la primera jornada, la Copa América 2024 ya dejó golazos, récords y algo de emoción.

Pero no todas fuero noticias alegres, ya que persiste la preocupación en los seleccionados por el estado de los campos e incluso el temor a posibles lesiones.

En Estados Unidos, anfitrión de la competición, se ha desatado cierta controversia debido al uso de césped artificial en los estadios de la NFL, que son reutilizados para los partidos de fútbol.

A pesar de que 15 de los 30 estadios utilizan superficie sintética, tanto la Copa América como el Mundial requieren césped natural, lo cual ha presentado un desafío logístico importante.

Los jugadores han expresado su descontento con las condiciones de los terrenos de juego.

Lionel Scaloni, director técnico de Argentina, lamentó que el césped del Mercedes Benz Stadium de Atlanta no estuviera en óptimas condiciones para el partido contra Canadá. Lionel Messi y otros jugadores también hicieron hincapié en las dificultades que enfrentaron durante el encuentro.

La preocupación por las posibles lesiones también ha estado presente en la competición.

Jorge Fossati, DT de Perú, mencionó que el césped artificial importado podría aumentar el riesgo de lesiones, como en el caso de Luis Advíncula, quien se lesionó el tendón de Aquiles durante el partido contra Chile.

A pesar de las críticas iniciales, algunos técnicos se mostraron satisfechos con el estado del césped en partidos posteriores.

Aun así, la importancia de contar con campos en condiciones adecuadas para garantizar la seguridad de los jugadores y la calidad del espectáculo ha quedado en evidencia en esta Copa América 2024.

La historia del fútbol nos ha demostrado la importancia de contar con terrenos de juego óptimos, no solo para el desarrollo del juego, sino también para prevenir lesiones que podrían afectar el desempeño de los jugadores y el resultado final de los partidos.