Un momento inesperado en el US Open capturó la atención de las redes sociales cuando un CEO millonario fue acusado de arrebatarle una gorra a un niño, generando una ola de reacciones y posteriores disculpas públicas. La historia refleja cómo un simple gesto puede derivar en una gran controversia, incluso en eventos deportivos de máxima relevancia.

Sin embargo, en cuestión de segundos, se pudo observar cómo un espectador adulto se acercaba y arrebataba la misma gorra del niño, en lo que parecía ser un acto de codicia o inconsciencia.
La identidad del hombre que cometió la acción fue descubierta horas después a través de diferentes plataformas digitales. Se trataba de Piotr Szczerek, un empresario polaco reconocido por su riqueza y sus negocios en la industria de pavimentación, con un patrimonio estimado en alrededor de 5 millones de euros.
Szczerek es CEO de Drogbruk, una compañía que ha operado en Europa durante más de 20 años y que se ha consolidado en el mercado por sus innovaciones y soluciones en materiales de pavimentación.
La escena impactó a miles de espectadores y usuarios en redes sociales
La escena impactó a miles de espectadores y usuarios en redes sociales, quienes expresaron su rechazo ante lo ocurrido, calificando la actitud del hombre como un acto de falta de respeto y educación.
Diversos comentarios en plataformas como Twitter y Facebook criticaron duramente la acción del empresario, tildándolo de “ladrón”, “ignorante” y “persona sin valores”.
Algunas voces incluso sugirieron que este tipo de comportamientos reflejan las actitudes que algunos líderes empresariales muestran en otros ámbitos.
El incidente no pasó desapercibido para Majchrzak, quien, al ver lo sucedido, decidió hacer algo por el niño y le obsequió una gorra nueva, además de otros regalos.
Posteriormente, el tenista expresó en una conferencia que había sido un momento muy emotivo y que su objetivo era devolverle la alegría al menor.
En las horas siguientes, se conoció que Szczerek, tras recibir una avalancha de críticas, cerró temporalmente sus cuentas en #redes sociales para evitar el acoso digital.
En declaraciones posteriores, el empresario emitió un comunicado en el que admitió su error y pidió disculpas públicas.
El empresario explicó en su declaración que en el momento creyó que la gorra era un regalo destinado a sus hijos, quienes le habían pedido autógrafos y objetos en el evento.
Sin embargo, reconoció que fue un “grave error” y que su acción fue un acto impulsivo y errado. Szcezrek afirmó que entregó la gorra a quien correspondía y que lamentaba profundamente haber herido a Brock, el niño protagonista de esta historia.
El CEO también añadió que, a partir de esta experiencia, ha reflexionado sobre el impacto de sus acciones y que siempre ha estado involucrado en actividades benéficas dirigidas a niños y jóvenes atletas.
No obstante, reconoció que un solo momento de falta de atención puede echar por tierra años de trabajo solidario.
Por su parte, Kamil Majchrzak comentó que, tras la situación, se reencontró con Brock y le entregó varias prendas y obsequios, en un gesto de reparación y amistad.
La historia tuvo un giro positivo cuando el tenista y el niño se conocieron en persona, compartiendo una fotografía acompañada de un mensaje que decía: “¡Hola mundo! Brock y yo deseamos un gran día”.
Es importante destacar que este incidente ocurrido en un marco deportivo tuvo una gran repercusión en medios internacionales, evidenciando cómo pequeñas acciones pueden generar grandes reacciones en la esfera pública.
Este tipo de sucesos sensibiliza sobre la importancia de la ética en eventos públicos y deportivos, donde las figuras públicas tienen una responsabilidad adicional ante la audiencia.
Además, pone en evidencia que, en cuestiones de respeto y valores, todos debemos actuar con integridad, independientemente de nuestra posición social y económica.