Un joven nadador de 17 años sufrió una fractura cervical durante una competencia en Buenos Aires. Actualmente en proceso de recuperación, su familia y la comunidad organizan una colecta para costear su tratamiento especial en el FLENI de Escobar, mientras recibe atención médica delicada y optimista. La historia refleja la importancia del apoyo social en momentos críticos.

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Hace más de dos semanas, un trágico accidente conmocionó a la comunidad deportiva y local, tras un incidente en las instalaciones del Parque Roca, en Buenos Aires.

La víctima fue Matías Bottoni, un prometedor nadador de 17 años originario de Rosario que, por circunstancias desafortunadas, sufrió una grave lesión en la columna vertebral durante un entrenamiento previo a competir en el Campeonato Nacional de Natación.

El hecho ocurrió el sábado 10 de marzo pasado, cuando Matías, con la ilusión de disputar una final nacional en la capital argentina, salió a entrenar.

Durante una fase de calentamiento, un error en la coordinación con otro competidor provocó que se cruzara en la trayectoria de Matías. El impacto causó que el joven quedara con su cuerpo inmovilizado en el agua, siendo necesario el rescate por parte de sus compañeros. La gravedad del incidente se hizo evidente y, en cuestión de horas, fue trasladado al Hospital Italiano, donde fue sometido a una delicada operación para estabilizar su columna vertebral.

La lesión que sufrió fue una fractura en la sexta vértebra cervical, una de las regiones más delicadas y que, en casos severos, puede tener consecuencias permanentes para la movilidad y sensibilidad de la persona.

La familia de Matías, especialmente su padre Luciano, quien además de ser odontólogo tiene un pasado como nadador, ha brindado detalles sobre el estado actual del joven.

Según Luciano, Matías comenzó una larga y exigente etapa de recuperación en el Instituto Fleni, en Escobar, donde recibe tratamiento especializado.

Hasta la fecha, Matías muestra señales positivas. Aunque todavía no puede mover sus manos ni dedos, ha comenzado a experimentar sensaciones en sus pies, una pequeña pero significativa esperanza para quienes sueñan con su recuperación plena.

Su padre explica que la sensibilidad que ha comenzado a recuperar en los pies es un primer paso, y que aún se desconoce la facultad motora, pero el progreso ofrece una luz de esperanza.

El proceso, que aún está en una fase inicial, presenta múltiples desafíos. Los estudios médicos realizados en estos días descartan complicaciones mayores, y se apunta a que la fiebre que Matías sufrió en días recientes podría haber sido causada por una infección urinaria, debido a la sonda que le colocaron.

La atención continúa con atención rigurosa, y, aunque hay posibilidades de futuras intervenciones quirúrgicas, los médicos han indicado que por ahora no son necesarias, ya que la estabilidad de la columna es buena.

La familia Bottoni ha iniciado una campaña solidaria para recaudar fondos que permitan continuar con el tratamiento y la rehabilitación en el FLENI, un centro reconocido por su excelencia en neurología y rehabilitación.

La ayuda económica es esencial, ya que el tratamiento tiene un costo elevado y la obra social del joven no cubre todos los procedimientos necesarios. Por ello, comenzaron a aceptar colaboraciones a través de transferencias bancarias a la cuenta de Luciano Bottoni.

La comunidad de natación y la sociedad en general han mostrado gran solidaridad, enviando mensajes de apoyo y apoyo financiero. A través de redes sociales, Matías ha agradecido el ánimo recibido, reconociendo que la motivación y los buenos deseos le dan fuerzas para afrontar el durísimo desafío.

El accidente de Matías Bottoni no solo ha puesto en evidencia los riesgos asociados a la práctica deportiva, sino que también ha puesto de manifiesto la importancia del apoyo colectivo en momentos de crisis.

La historia de este joven deportista rosarino es un recordatorio de que, más allá del talento y la preparación, la comunidad y la solidaridad son fundamentales para superar adversidades.

La esperanza está puesta en su recuperación, confiando en los avances de la ciencia y en la fortaleza emocional de la familia y quienes lo acompañan en esta lucha.