La entrega de los premios Olimpia 2024 dejó polémica en el deporte argentino, con notables ausencias y ganadores cuestionados.
La tradicional entrega de los Premios Olimpia, también conocida como "La Gran Fiesta del Deporte Argentino", se llevó a cabo recientemente en la Usina del Arte, convirtiéndose en una ocasión para conmemorar un año lleno de logros en el ámbito deportivo.
Este evento, que se celebra desde 1954, ha sido testigo de la admiración de deportistas que sueñan con recibir el galardón que, en ocasiones, tiene un valor simbólico superior al de cualquier medalla o trofeo que se les pueda otorgar.
Desde la entrega del primer Olimpia de Oro a Juan Manuel Fangio, después de su segundo título mundial de Fórmula 1, muchos atletas han anhelado poseer esta estatuilla.
Este año, los grandes galardonados fueron Emiliano 'Dibu' Martínez y Franco Colapinto, quienes se llevaron el reconocimiento sin la participación de las tradicionales votaciones de las autoridades del Círculo de Periodistas Deportivos.
Este tipo de decisiones han suscitado críticas y descontento, pues diversos deportistas sienten que sus aportes no son valorados adecuadamente.
De hecho, la celebración en la Usina del Arte no contó con la presencia de muchos de los atletas destacados, quienes prefirieron no asistir si no tenían garantizado el triunfo.
Esto ha sido un fenómeno creciente en los últimos años; los campeones eligen esquivar eventos que consideran irrelevantes al no contar con la certeza de recibir un premio.
Tal vez lo más notable fue la ausencia de José 'Maligno' Torres, quien obtuvo el primer oro olímpico para Argentina en ocho años, pero se vio excluido de las conversaciones sobre los premios debido a que no estuvo presente en la ceremonia.
La actualidad del deporte argentino ha sido temática de debate y reflexión en esta entrega de los Olimpia. Si bien se reconoce el esfuerzo detrás de la consecución de logros deportivos, la participación de Torres y otros atletas olímpicos ha generado una conversación sobre la valoración de disciplinas menos populares frente a los deportes masivos como el fútbol.
La sensación general es que, en situaciones pasadas, un oro conseguido por figuras como Juan Martín del Potro o Emanuel Ginóbili habría llevado a un enfoque completamente distinto —un galardón seguro—.
La controversia alcanzó su cúspide cuando las máximas autoridades del deporte argentino intervinieron tras el anuncio de los ganadores, expresando su preocupación por la omisión de Torres.
Sin embargo, sus llamados a revisar la decisión no cambiaron el resultado final ya decidido por el CPD. Esto ha causado descontento y enojo tanto en los atletas como en las instituciones que participan en el fomento del deporte en Argentina.
Finalmente, el evento de este año dejó una reflexión vital: parece que la 'Gran Fiesta del Deporte Argentino' ha pasado a ser un espectáculo que privilegia más la imagen y el espectáculo, que a los verdaderos protagonistas del deporte, los atletas.
En un momento en que la población necesita más que nunca ver a sus héroes reconocidos, este tipo de decisiones y las discrepancias entre lo que se vive en el ámbito deportivo y lo que se premia pueden marcar un giro crítico en el futuro del deporte argentino.
