El exdefensor argentino Carlos Enrique, tras sufrir un infarto hace tres días, fue dado de alta y enfatizó la importancia de cuidar la salud. Su familia y fans celebran su recuperación y destacan su lucha y fortaleza.

El exdefensor argentino Carlos Enrique, conocido por su paso destacado por clubes como Independiente, River Plate y su participación en la selección nacional, ha superado una doble dificultad en los últimos días.
Hace tres días, sufrió un infarto que requirió su ingreso en una unidad de terapia intensiva, donde le colocaron dos stents para estabilizar su condición.
Afortunadamente, después de una rápida recuperación, este lunes fue informado que le darán el alta médica.
La noticia fue comunicada por su hermano Héctor Enrique, también exjugador y campeón del mundo en México 1986, mediante su cuenta de Instagram. En el mensaje, Héctor saludó con un enérgico “¡Bravo hermano!” y compartió la satisfacción por la recuperación de Carlos. En sus propias palabras, Carlos Enrique expresó su alivio y agradecimiento por el apoyo recibido. Desde su cama de reposo, con una camiseta azul de la Selección Argentina, el exfutbolista se mostró con buen semblante y actitud positiva. "Después del susto, llega la tranquilidad. Hoy me dan de alta. Quiero agradecer a toda mi familia, amigos, y seguidores por el apoyo incondicional que sentí. La verdad, fue contundente. Me tengo que cuidar mucho más. La pasé dura, sí, pero ahora es momento de aprender y prevenir. Entender que no somos invencibles y que el cuidado es fundamental para seguir adelante", manifestó.
Carlos Enrique, apodado “El Loco”, debutó en la Primera División argentina con Independiente a los 18 años. Bajo las órdenes de José Omar Pastoriza, se consolidó como lateral izquierdo y formó parte de un equipo que marcó época en los años ochenta, logrando varios títulos nacionales e internacionales, incluyendo la Copa Libertadores y la Supercopa Sudamericana.
Su talento y picardía le permitieron también jugar en el extranjero, vistiendo la camiseta de Alianza Lima en Perú, y tuvo breves pasos por clubes como Lanús, Gimnasia y Tiro, y Banfield antes de emigrar a otros países.
Entre sus logros más destacados está su participación en la selección argentina, donde fue parte del plantel que conquistó la Copa América en Chile en 1991, bajo la dirección técnica del “Coco” Basile.
En ese torneo, Argentina derrotó a Colombia en la final, sumando así un título importante en su carrera internacional.
Fuera de las canchas, Enrique ha tenido una faceta comprometida con su comunidad. En 2017, se sumó al Ministerio de Seguridad en Argentina para integrar el programa “Tribuna Segura”, que busca mantener la seguridad en los estadios mediante controles de DNI.
En sus propias palabras, Enrique enfatizaba que el fútbol debe ser un espacio de diversión y respeto, garantizando que los espectadores puedan disfrutar en familia y sin amenazas.
A lo largo de los años, su trabajo en la seguridad y su popularidad lo convirtieron en un referente positivo dentro del fútbol argentino. La recuperación de Enrique y su mensaje de precaución sirven como ejemplo de que, con atención médica y cuidado personal, los deportistas y aficionados pueden mantener viva la pasión por el deporte sin poner en riesgo su bienestar.
Actualmente, la salud de Carlos Enrique es motivo de celebración para sus seres queridos y seguidores, quienes esperan verlo pronto disfrutando de nuevas etapas en su vida, tanto dentro como fuera del fútbol.