Imane Khelif, campeona olímpica en París 2024, reafirma su compromiso de seguir en la élite del boxeo pese a las nuevas regulaciones sobre verificación de sexo impuestas por World Boxing y los debates internacionales sobre la participación de deportistas transgénero.

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La atleta, que se ha convertido en símbolo de resistencia y lucha por la igualdad en el deporte, ha señalado que continuará trabajando en su preparación y en la defensa de sus derechos, pese a las controversias y las nuevas regulaciones impuestas por la organización mundial de boxeo, World Boxing.

Desde la celebración de París 2024, Khelif ha estado en el centro de un debate que ha traspasado las fronteras deportivas. La implementación por parte de #World Boxing de una prueba obligatoria de verificación de sexo, mediante análisis genéticos, ha generado una serie de polémicas y cuestionamientos.

La normativa, que entró en vigor en septiembre tras el Campeonato Mundial en Liverpool, exige que todos los competidores mayores de 18 años se sometan a una prueba PCR para determinar su sexo biológico, basándose en la presencia del gen SRY, el cual revela si un atleta nació con cromosomas masculinos.

La medida ha sido recibida con rechazo por parte de Khelif, quien ha denunciado que esta norma parece estar dirigida específicamente contra ella. La boxeadora ha apelado al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), argumentando que dicha regulación no se aplica a todos los deportistas de manera justa y que fue instaurada después de los #Juegos Olímpicos como una estrategia para excluirla.

"Esa regla fue creada con un objetivo específico y no para proteger la equidad en la competición. Es una forma de discriminación que debe ser revisada", afirmó en declaraciones recogidas por el diario inglés Daily Mail.

Imane Khelif también ha manifestado su desacuerdo con las políticas de inclusión en el deporte, que en algunos casos limitan la participación de mujeres transgénero o de atletas con diferencias en el desarrollo sexual (DSD).

La atleta argumenta que estas decisiones, que buscan mantener la integridad de las categorías femeninas, podrían estar vulnerando derechos fundamentales y creando barreras injustas para quienes desean competir en igualdad de condiciones.

Históricamente, el debate sobre la participación de atletas transgénero y con disforia en el deporte de alto rendimiento ha sido motivo de tensiones.

Diversas organizaciones han tratado de establecer normativas que equilibren la inclusión con la protección de la competencia justa. El Comité Olímpico Internacional (COI), en ocasiones anteriores, ha tratado de implementar reglas que permitan una participación equitativa, pero los cambios recientes y las propuestas en evaluación parecen indicar una tendencia hacia restringir la participación de ciertos grupos.

Khelif, que no ha competido desde que su organización adoptó estas nuevas normativas, no se ha rendido y continúa con su preparación, además de explorar recursos jurídicos para defender su derecho a competir.

“Mi sueño siempre ha sido representar a mi país en unos Juegos Olímpicos

“Mi sueño siempre ha sido representar a mi país en unos Juegos Olímpicos, y no voy a rendirme ante las políticas que buscan limitar mi participación.

Si Dios quiere, en Los Ángeles 2028 estaré allí, luchando con todas mis fuerzas”, expresó.