La plaza Jean Jaures se convierte en un hervidero de júbilo marroquí en la previa del enfrentamiento contra Argentina en los Juegos Olímpicos de París 2024.

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En el corazón de Saint-Étienne, la plaza Jean Jaures es un lugar conocido por su calma los martes a medianoche.

Sin embargo, en las últimas horas, esa tranquilidad habitual fue sobrepasada por la llegada de numerosos aficionados marroquíes, quienes se agruparon para ver el debut de su selección en los Juegos Olímpicos de París 2024 ante Argentina.

Los residentes de esta pequeña ciudad, que raramente ven alterada su paz, presenciaron un espectáculo vibrante con música, gritos y emociones a flor de piel.

Las mesas de los diferentes restaurantes estaban ocupadas por grupos de hinchas animados, donde resonaban risas y cánticos.

Un marroquí vestido con su tradicional túnica y un gorro rojo se unió a la fiesta, iniciando un canto que recordaba el bullicioso ambiente de un estadio.

Cabe recordar que este no es un evento cualquiera; es un encuentro que podría marcar un hito en la historia del fútbol olímpico, dado que Marruecos no ha tenido la oportunidad de competir en los Juegos en varias décadas.

La última vez que el país participó fue en 1984 en Los Ángeles, donde su equipo alcanzó las semifinales, un logro que todavía resuena en el corazón de sus aficionados.

En medio del regocijo, destaca la figura de Munain, un ferviente hincha de Boca Juniors que, al escuchar un acento argentino, no dudó en expresar su devoción por el club.

"Boca y nada más", afirma con orgullo, y añade: "Soy bostero por Juan Román Riquelme, el Dios". Su pasión por el fútbol argentino es palpable, y menciona que conoce a la perfección los nombres de varios equipos como Nueva Chicago, Chacarita y San Lorenzo.


Curiosamente, el ambiente festivo marroquí contrasta con la escasa presencia de camisetas argentinas por las calles de Saint-Étienne.

Aunque se avistaron algunos franceses que se acercaron al lugar donde entrenó la selección argentina, la mayoría de los presentes eran fans marroquíes, ansiosos por animar a su equipo.

Un voluntario de los Juegos Olímpicos comentó que, aunque muchos argentinos que residen en ciudades cercanas como Lyon podrían unirse a la celebración antes del partido, aún quedan boletos disponibles, lo que sugiere que el estadio podría no llenarse completamente.

Sin embargo, independientemente de los números que se reúnan, es evidente que el fervor por la selección marroquí está marcando el tono en esta ciudad francesa.

Marruecos es reconocido por su rica herencia futbolística y su capacidad de generar un sólido vínculo en su comunidad de expatriados, lo que se ha reflejado en esta situación.

A medida que se acerca el partido, todo parece indicar que los marroquíes como Munain vivirán una jornada llena de emoción y orgullo nacional en su camino hacia París 2024.