El ex lateral derecho, Dani Alves, disfruta de su libertad condicional y juega al fútbol en Barcelona, mostrando su apoyo a Boca Juniors.
Dani Alves, exjugador de fútbol y uno de los laterales derechos más destacados en la historia de este deporte, está disfrutando de su libertad condicional tras los problemas legales que enfrentó. En marzo de este año, Alves fue liberado tras pagar una fianza de un millón de euros, luego de ser condenado a cuatro años y medio de prisión por abusar sexualmente de una joven en una discoteca de Barcelona.
Desde entonces, el brasileño, ahora con 41 años y ya retirado del fútbol profesional, ha estado residenciado de forma obligatoria en España.
Durante el último verano europeo, Alves se sumergió en el ambiente futbolístico de Barcelona, donde decidió participar en juegos informales.
Él fue visto en varias ocasiones jugando al fútbol, ya sea con amigos o con desconocidos.
Un momento curioso fue cuando fue grabado mientras jugaba con una camiseta de Boca Juniors, el famoso club argentino del que ha sido un ferviente admirador.
El video de este partido fue compartido en redes sociales, causando revuelo entre sus seguidores y fanáticos de Boca.
Su amor por el equipo argentino no es reciente.
En 2019, antes de la histórica final de Libertadores entre el Flamengo y River Plate, Alves expresó su preferencia por los colores de Boca.
En 2020, durante una visita a Argentina con su equipo San Pablo, tuvo la oportunidad de conocer la Bombonera, donde recibió una camiseta con su nombre y el número 10 en la espalda, en reconocimiento a su pasión por el club.
En 2021, Alves intercambió su camiseta con un jugador de Boca durante la Maradona Cup, un evento que enfrentó a Boca con su antiguo equipo, el Barcelona.
En esa ocasión, manifestó su cariño por el club: "Ustedes saben del cariño que yo tengo por Boca; siempre me despertó algo diferente, hay situaciones que te identifican”, dijo Alves, revelando la conexión emocional que siente hacia el Xeneize.
Sobre su condena, Alves fue sentenciado a cuatro años y medio en la cárcel por su comportamiento inapropiado en un club nocturno, además de una multa de 150.000 euros y restricciones severas tras su salida de prisión, incluyendo la libertad vigilada durante cinco años.
Durante su tiempo en la cárcel, que fue de más de 420 días, la situación captó la atención de la prensa internacional y provocó un debate sobre la violencia de género en el deporte.
Las condiciones que impuso la Audiencia de Barcelona al conceder su libertad incluyen, entre otras, la entrega de sus dos pasaportes y la prohibición de salir del país.
Alves debe presentarse semanalmente ante el tribunal y no puede acercarse a la víctima a menos de un kilómetro.
A pesar de su situación complicada, el exfutbolista parece mantener su amor por el deporte y por Boca, reafirmando que continuará en contacto con el fútbol, aún en un contexto no profesional.