El piloto argentino, ganador del Dakar, abandona la competencia en Arabia Saudita debido a problemas de salud.
La noticia ha conmovido al mundo del motociclismo: Kevin Benavídes, dos veces campeón del Dakar en la categoría de motos (2021 y 2023), anunció su retiro de la prestigiosa carrera tras enfrentar dificultades físicas en Arabia Saudita.
A sus 36 años, el salteño se tomó esta decisión en medio de la pausa del evento, donde los competidores disfrutaban de un merecido descanso en el campamento de Ha’il.
Su anuncio ha dejado un eco profundo entre los aficionados y sus compañeros de equipo, ya que se había especulado sobre su capacidad para continuar la competencia debido a las lesiones que sufrió en el año anterior.
Los rumores sobre su salida comenzaron a hacer eco después del mediodía, aunque nadie del equipo KTM o el propio piloto confirmaba la noticia. Sin embargo, al caer la tarde ya se había hecho evidente que Benavídes no se presentaría en el bivouac, y a las 19:30, el propio piloto hizo pública su decisión a través de un video en sus redes sociales.
"La inteligencia sobre la pasión. Es lo que me ayudó a decidir esto," expresó. Kevin destacó que a pesar de haber alcanzado un gran nivel, era momento de priorizar su recuperación: "Prefiero seguir el curso de mi recuperación y dejar de forzar mi brazo a niveles tan extremos".
Las palabras de Benavídes reflejan un intenso camino recorrido. El piloto, quien todavía carga con los recuerdos de su grave accidente el año pasado, decidió que no podía ignorar la realidad de su cuerpo. Esta decisión no era fácil, ya que durante su tiempo en coma, uno de sus primeros pensamientos fue la cercanía del Dakar. Su padre, Norberto, quien llegó a Arabia Saudita para estar con sus hijos, narró cómo Kevin había ansiado el inicio de la competencia, a pesar de su estado de salud.
"Con respecto a mi brazo, aún no puedo levantar los dedos, ni cerrar la mano o estirar el codo al 100%. He estado compitiendo con una sola mano y eso me ha complicado mucho," comentó Benavídes, dejando claro el desgaste físico que la carrera le supuso en esta edición.
La adaptación a su discapacidad fue ardua; incluso tuvo que modificar el embrague de la moto debido a la limitación en su capacidad de movimiento.
Bajo el frío intenso del desierto, Kevin relató cómo trató de compensar su situación utilizando diferentes partes de su cuerpo. "Me aferro al brazo derecho, las piernas, el core, pero no es fácil manejar en estas condiciones," reconoció, mostrando la adversidad que estuvo dispuesto a enfrentar.
A pesar de su salida, Benavídes planea quedarse en el Dakar hasta el final, apoyando a su hermano, Luciano, quien actualmente ocupa el séptimo puesto en la clasificación general.
En el horizonte, Luciano logró su primera victoria parcial en esta edición el mismo día en que Kevin cumplió 36 años.
El Dakar, una competencia que se ha destacado por su dureza y retos, tiene el liderazgo actual en motos en manos del australiano Daniel Sanders de KTM.
En la categoría de autos, el sudafricano Henk Lategan se posiciona como el más fuerte. La próxima etapa se llevará a cabo el sábado, presentando un recorrido total de 808 kilómetros.
Kevin Benavídes deja un legado admirable en el Dakar, y su historia es un testimonio de la pasión y el sacrificio que requiere el motociclismo de élite.