Chamari Athapaththu, capitana de Sri Lanka, fue sancionada con el 10% de su salario por romper las reglas del Código de Conducta de la ICC durante un partido contra Sudáfrica en Colombo. La jugadora también acumuló un punto de amonestación por su conducta, en un incidente que generó polémica en el torneo tri-nacional.

En un episodio que ha generado debate en el mundo del cricket femenino, la capitana de Sri Lanka, Chamari Athapaththu, fue sancionada con una multa equivalente al 10% de su tarifa por comportamiento antideportivo durante un encuentro del Tri-series celebrado en Colombo.
La jugadora fue sancionada por infringir el Nivel 1 del Código de Conducta de la ICC, específicamente el artículo 2.2, que regula el uso inapropiado de equipamiento y objetos durante un partido internacional.
Este incidente ocurrió en el 32º sobre del innings de Sudáfrica, cuando Athapaththu, tras recibir un golpe por un cuatro de Annerie Dercksen, se mostró visiblemente frustrada y rompió sus gafas de sol en el suelo, lanzándolas con fuerza y partiéndolas en varios pedazos.
La acción fue captada por las cámaras y rápidamente generó reacciones en las redes sociales y en el ámbito deportivo.
Cabe recordar que Athapaththu, quien ha sido una figura destacada en el cricket femenino mundial, no es nueva en situaciones de tensión en el campo.
Sin embargo, esta fue su primera infracción en un período de 24 meses, por lo que la sanción fue menor y aceptada de forma voluntaria. La sanción fue propuesta por Michelle Pereira, miembro del Panel de Árbitros Internacionales de la ICC, y la jugadora admitió la falta, evitando así un procedimiento formal.
El incidente fue observado por los árbitros en el campo, Anna Harris y Dedunu de Silva, junto con el tercer árbitro Lyndon Hannibal y la cuarta árbitra Nimali Perera.
La multa mínima por infracciones de Nivel 1 puede variar desde una reprimenda oficial hasta una multa que puede llegar al 50% de la tarifa del jugador y la acumulación de puntos de amonestación.
En este caso, Athapaththu recibió una multa del 10% y un punto de amonestación.
Este suceso ocurrió en un contexto donde el cricket femenino en Sri Lanka ha ido ganando protagonismo en los últimos años. Históricamente, el deporte en Sri Lanka ha sido una fuente de orgullo nacional, con figuras como Chamari Athapaththu que han llevado la bandera del país en competiciones internacionales.
La jugadora, que ha sido capitana en varias ocasiones, ha sido reconocida por su liderazgo y habilidades técnicas, y ha contribuido a elevar el perfil del cricket femenino en la región.
El torneo en el que se produjo este incidente fue parte de una serie tri-nacional que enfrentó a Sri Lanka, Sudáfrica e India. En el partido, Sri Lanka logró una victoria por 76 carreras sobre las sudafricanas, asegurando así su lugar en la final contra India. En esa final, las indias demostraron su superioridad, ganando por 97 carreras y estableciendo un récord en los ODI femeninos en Sri Lanka con una puntuación de 342/7, gracias a una destacada actuación de Smriti Mandhana, quien anotó 116 carreras.
En resumen, aunque el episodio de Athapaththu generó cierta controversia, también sirvió para recordar la pasión y la intensidad que caracteriza a los jugadores en el cricket internacional femenino.
La sanción, aunque significativa, no opaca el talento y liderazgo que la jugadora ha demostrado a lo largo de su carrera, consolidándose como una figura clave en el deporte en la región del Golfo de Bengala.
Con el tiempo, estos incidentes también han llevado a una mayor conciencia sobre la importancia del comportamiento deportivo y el respeto en el campo de juego, elementos esenciales para el crecimiento y la profesionalización del cricket femenino en todo el mundo.