El encuentro dejó a Rosario Central sintiendo que pudo haber conseguido más, tras un empate ante Fortaleza en la Copa Sudamericana.

El encuentro entre Rosario Central y Fortaleza, correspondiente a los octavos de final de la Copa Sudamericana, finalizó en un empate que dejó un sabor agridulce en los jugadores y aficionados del equipo argentino.

Este resultado es especialmente angustiante, ya que Rosario Central llegaba al partido con la moral alta tras conseguir una victoria contundente en el clásico ante Newell's, uno de sus rivales más históricos.

El partido comenzó de manera desafortunada para el equipo dirigido por Kily González, que sufrió un gol en contra solo 100 segundos después del pitido inicial.

El brasileño Marinho ejecutó un tiro libre desde la derecha que terminó sorprendiendo al arquero Jorge Broun, quien no pudo evitar que la pelota se colara en su arco.

El festejo del volante fue tan efusivo que terminó por provocarle una lesión muscular, obligándolo a dejar el terreno de juego e ingresando en su lugar Yago Pikachu.

Sin embargo, Rosario Central no tardó en restablecer la paridad en el marcador.

Tras un preciso tiro de esquina, Facundo Mallo ganó en el área y, en el segundo palo, Agustín Sández logró empujar el balón para marcar el gol del empate.

Este momento encendió la esperanza en las tribunas, que vieron cómo su equipo reaccionó rápidamente ante la adversidad.

A lo largo del primer tiempo, Fortaleza tuvo varias oportunidades para volver a tomar la delantera.

Una de las jugadas más destacadas fue un fuerte remate de Pedro Augusto, que desafortunadamente encontró el travesaño tras tocar el defensor Carlos Quintana.

Rosario Central, por su parte, respondió con un cabezazo de Enzo Copetti que fue desviado por el arquero rival, Joao Ricardo, manteniendo la tensión en el encuentro.

Ya en la segunda mitad, las cosas tomaron un giro con los cambios implementados por Kily González.

La entrada de Ignacio Malcorra en el campo le otorgó una mayor claridad en el juego al equipo argentino.

Sin embargo, la velocidad y habilidad de Jamilton Campaz se volvieron esenciales, aunque su desempeño fue algo errático, impidiendo que Rosario Central concretara alguna de las oportunidades que generó.

El desenlace del partido fue un tira y afloja que reflejó la intensidad de ambos equipos.

A pesar del esfuerzo de Rosario Central, el encuentro concluyó en un igualdad que deja todo abierto para el partido de vuelta, programado para el próximo miércoles en el Arena Castelao.

Los rosarinos deben aprovechar el tiempo para ajustar detalles y afrontar el reto de dar vuelta la serie ante un rival que ha demostrado ser sólido en el torneo.

Con una historia rica en competencias internacionales, Rosario Central espera seguir dejando su huella en la Copa Sudamericana.