El combate que coronó a un campeón indiscutido de los pesos pesados por primera vez en la era de los cuatro cinturones y que permitió que los contendientes se repartieran casi 150 millones de dólares tendrá un segundo capítulo antes de fin de año.

El británico Tyson Fury buscará desquitarse el 21 de diciembre en Riad ante el monarca ucraniano Oleksandr Usyk, quien lo venció hace dos semanas en la capital saudí y se quedará con la porción más suculenta de la torta.

La revancha ha sido confirmada por Turki Alalshikh, presidente de la Autoridad General de Entretenimiento (GEA) saudí, a través de su cuenta de Twitter.

El contrato firmado por los manejadores de ambos púgiles antes de la contienda contemplaba una revancha obligatoria.

Si bien la fecha original era el 12 de octubre, la dureza del primer enfrentamiento llevó a su postergación 10 semanas.

Los siete meses que separarán ambas peleas permitirán a los contendientes disfrutar un buen período de descanso.

El triunfo de Usyk en la primera pelea le otorgó el derecho a quedarse con el 60% del dinero que se repartirá en la revancha, estimado en unos 190 millones de dólares, mientras que Fury recibirá el 40%. La FIB podría despojar a Usyk de sus títulos si no cumple con su defensa obligatoria ante Filip Hrgovic.

Sin embargo, los manejadores del ucraniano han solicitado una excepción que le permita conservar el cinturón hasta la revancha con Fury.

La decisión final se está discutiendo en Riad y podría anunciarse después del combate entre Hrgovic y Dubois este sábado.