En una intensa revancha disputada en Riad, el boxeador ucraniano Oleksandr Usyk defendió exitosamente sus títulos, reafirmando su dominio en la categoría.
El boxeo volvió a brillar el pasado sábado en Riad, donde Oleksandr Usyk, el actual campeón indiscutido de los pesos pesados, volvió a vencer a Tyson Fury por decisión unánime.
Esta victoria sigue a su primer triunfo en mayo y confirma su estatus como el rey de la categoría.
Usyk, a sus 37 años, se impuso gracias a su estrategia y técnica, utilizó su poderoso golpe izquierdo para conectar repetidamente al británico, cerrando la pelea con un resultado de 116-112 en las tarjetas de los jueces.
Esta contienda fue la culminación de 12 intensos asaltos, donde Usyk mostró una notable mejoría a medida que avanzaba la pelea.
Aunque comenzó en desventaja, supo recuperar el terreno perdido y dejó claro su dominio.
Tras la victoria, Usyk expresó sus sentimientos hacia el enfrentamiento: "Él es un gran boxeador, así que esto es algo espléndido.
Los 24 asaltos contra él fueron algo increíble en mi carrera".
Con esta victoria, Usyk retiene los tres cinturones en juego: el de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Es importante recordar que en su anterior combate, el ucraniano se había convertido en el primer campeón indiscutido de los pesos pesados en 25 años, logrando los cuatro cinturones de la categoría, un logro que no se había visto desde la época de Lennox Lewis en 1999. Sin embargo, Usyk tuvo que ceder el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) al británico Daniel Dubois tras el último combate, quedándose así únicamente con tres títulos en disputa.
La pelea anterior, celebrada en la misma capital saudita, fue crucial para Usyk, quien además de conseguir los cuatro cinturones, sufrió la primera derrota de Tyson Fury en una carrera que ha estado marcada por altibajos y problemas personales.
Con este nuevo resultado, Fury, que llegó al combate con un peso de 25 kilos más que Usyk, suma su segunda derrota ante el mismo rival.
La expectativa fue alta, y los primeros asaltos no defraudaron.
Fury mostró agresividad desde el inicio, llevándose la delantera al conectar los primeros golpes significativos.
Sin embargo, Usyk demostró su capacidad de adaptación y comenzó a encontrar su ritmo en la pelea, especialmente en el cuarto asalto, donde conectó dos golpes directos que hicieron eco en el rostro de Fury, aumentando su confianza.
A medida que avanzaban los asaltos finales, Usyk se mostró implacable, asestando golpes decisivos que impresionaron a los jueces, quienes, a diferencia del primer combate, no tuvieron discordancias en su decisión.
La victoria de Usyk fue celebrada no solo por su equipo, sino también por el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien destacó cómo, a través de su éxito, Usyk representa la resiliencia del pueblo ucraniano frente a las adversidades.
Mientras tanto, Arabia Saudita continúa su ambicioso proyecto de convertirse en la capital del boxeo mundial, a pesar de las críticas por su historial en derechos humanos.
Su inversión en espectáculos deportivos está diseñada no solo para atraer eventos destacados como el de Usyk y Fury, sino también para proyectar una nueva imagen al mundo.
Así, el enfrentamiento en Riad se consolida como un evento emblemático, sumándose a la lista de logros de Usyk y el desarrollo del boxeo a nivel global.