Una mirada a la histórica pelea entre Carlos Monzón y Nino Benvenuti, su impacto en el boxeo y los valores que trasmitieron estos íconos deportivos a nivel mundial.

El enfrentamiento entre Carlos Monzón y Nino Benvenuti es considerado uno de los momentos más emblemáticos en la historia del boxeo, comparado con hechos icónicos en otros deportes, como el gol de Diego Maradona a Inglaterra en el fútbol.
Esta pelea dejó una huella imborrable, consolidándose como un símbolo de talento, perseverancia y la pasión que caracteriza a este deporte.
Carlos Monzón, conocido como la 'escopeta santafesina', se convirtió en un ícono del boxeo argentino, pero en ese entonces no era un nombre conocido internacionalmente.
La historia cuenta que pocos en Argentina creían en su potencial cuando viajó a Roma junto a su entrenador, Amílcar Brusa, y el promotor Tito Lectoure.
Por otro lado, Nino Benvenuti era un símbolo para los italianos, un-boxeador carismático, atractivo y casi un símbolo de la cultura popular, muy ligado a la imagen de un playboy.
En Estados Unidos, en esa época, la categoría de peso medio aún no contaba con figuras de renombre, y tras la victoria de Benvenuti sobre Emile Griffith en 1967, el interés por esa división se desplazó hacia Europa, consolidando allí su figura como campeón del mundo.
La primera pelea entre ambos fue transmitida en Argentina a través de la televisión y la radio. Hernán Santos Nicolini, un joven de 22 años, adquirió los derechos de transmisión padadb con Osvaldo Caffarelli como relator y Horacio García Blanco como comentarista.
La narración del combate fue una especie de relato en vivo de cada round. El momento decisivo llegó en ese duelo, en el que Monzón demostró toda su potencia y destreza, un combate que se convirtió en un evento nacional y que catapultó a Monzón a la fama.
Tras esa primera victoria, Monzón defendió su título en 14 ocasiones, siendo solo tres de ellas en el mítico Luna Park de Buenos Aires. La revancha fue aún más contundente: otra victoria para Monzón, dejando a Benvenuti desplomado y en rodillas, en un combate que quedó grabado en la memoria de todos los amantes del boxeo.
La pelea tuvo lugar en el Palazzetto dello Sport de Roma, en una muestra de la vigencia internacional que alcanzó el combate.
Benvenuti en varias ocasiones elogió a Monzón, refiriéndose a él como 'invencible'. La relación entre ambos deportistas siempre fue de respeto y admiración mutua, a pesar de su rivalidad en el cuadrilátero. Incluso, tras la carrera de Monzón, este trató de brindar apoyo a Benvenuti en sus momentos difíciles, reflejando la fraternidad que puede surgir del deporte de competición.
Lamentablemente, la historia de ambos quedó marcada también por tragedias personales. Monzón, que terminó en problemas legales y en prisión, y Benvenuti, que sufrió una muerte prematura, son recordatorios de que incluso los héroes deportivos enfrentan sus propias batallas.
La historia de su enfrentamiento aún inspira a generaciones, y su legado sigue siendo un ejemplo de lo que significa dedicar la vida al deporte con pasión y respeto.
En euros, tomando en cuenta los precios de aquel momento y ajustándolos a la actualidad, la pelea de Monzón y Benvenuti tendría un valor estimado cercano a los 45.000 euros en derechos de transmisión y promoción, reflejando la enorme magnitud y alcance que tuvo aquel combate que aún resuena en la memoria del deporte mundial.