El ex campeón mundial Ricky Hatton, una de las figuras más queridas del boxeo en el Reino Unido, fue encontrado sin vida en su domicilio de Manchester a los 46 años. Su muerte ha generado un profundo impacto en la comunidad deportiva y plantea reflexiones sobre la salud mental en el deporte.

Conocido como "The Hitman" y apodado también "El Orgullo de Hyde", #Ricky Hatton fue un boxeador que dejó una huella imborrable en la historia del pugilismo británico y mundial.
La noticia de su muerte, ocurrida el 14 de septiembre de 2025 en su hogar de Manchester, ha llenado de tristeza a seguidores, colegas y a toda la comunidad deportiva internacional.
Ricky Hatton, nacido en Stockport el 6 de octubre de 1978, fue un ícono que supo cautivar a su público con un estilo de lucha agresivo, caracterizado por la presión constante y un corazón indomable.
A lo largo de su carrera, logró establecer un récord de 45 victorias, de las cuales 32 fueron por nocaut, y sólo sufrió 3 derrotas. Entre sus mayores logros se encuentra la conquista del título mundial unificado en la categoría de peso superligero, tras derrotar a Kostya Tszyu en 2005 en un combate que aún se recuerda como uno de los momentos más destacados del deporte en Gran Bretaña.
Posteriormente, conquistó también el título de peso wélter de la WBA, tras vencer a Luis Collazo en 2006.
Su carrera fue marcada también por enfrentamientos con figuras legendarias del boxeo, incluyendo una derrota ante Floyd Mayweather Jr. en 2007 y una derrota por nocaut a manos de Manny Pacquiao en 2009. Estos combates, además de fortalecer su figura, difundieron la popularidad del #boxeo en la escena internacional y elevaron el perfil del deporte en su país.
A pesar de sus éxitos, la vida personal de Hatton no estuvo exenta de dificultades. Tras su retiro en 2012, enfrentó problemas de salud mental vinculados a la depresión y al alcohol, condiciones que él mismo admitió públicos. Aunque en 2025 había anunciado su regreso al ring para una pelea en Dubái, las circunstancias de su muerte revelan la complejidad de su situación personal.
Días antes de su fallecimiento
Días antes de su fallecimiento, Hatton parecía estar en un buen estado de ánimo, y había manifestado su entusiasmo por la preparación física para la próxima pelea.
Sin embargo, la investigación forense reveló que su muerte fue por suicidio, específicamente por ahorcamiento, en su propia casa. La noticia conmocionó profundamente a su familia y a la comunidad, y puso sobre la mesa la importancia de atender las condiciones de salud mental en los atletas, quienes muchas veces enfrentan presiones y problemas que no son visibles.
La historia de Ricky Hatton también es la historia de una compleja relación con la fama y la presión social. Fue un símbolo para muchas generaciones en Manchester, donde su éxito inspiró a jóvenes deportistas a soñar con llegar a lo más alto. Recordado por su humildad y su espíritu combativo, Hatton dejó un legado que trasciende sus títulos y logros deportivos.
Su funeral tuvo lugar en el Estadio Etihad de Manchester, en un acto emotivo donde miles de aficionados y personalidades del deporte asistieron para despedir a un campeón que supo conquistar corazones.
La tristeza por su partida se combina con el reconocimiento a una carrera que, pese a sus altibajos, dio ejemplo de pasión, entrega y lucha.
Hoy, Ricky Hatton es recordado no solo por sus triunfos en el ring, sino también por la lucha que enfrentó fuera de él, un recordatorio de que detrás de la gloria, muchos deportistas enfrentan batallas personales que requieren atención y apoyo constante.