El boxeador argentino se corona campeón unificado de supermosca en Japón tras vencer al local Kazuto Ioka.

El 7 de julio es una jornada especial en Japón, donde se celebra el Festival de Tanabata en honor a la leyenda de Hikoboshi y Orihime, dos dioses enamorados separados por la Vía Láctea que sólo podían verse una vez al año.

Ahora también es un día inolvidable para Fernando 'Puma' Martínez, quien mostró toda su categoría en Tokio y venció por puntos en fallo unánime al local Kazuto Ioka, un rival con enormes antecedentes, para seguir siendo el único campeón del mundo de boxeo nacido en Argentina, aunque ahora con dos cinturones.

Es que al título de la división supermosca de la Federación Internacional de Boxeo que ya poseía le sumó el de la Asociación Mundial de Boxeo que estaba en poder del asiático.

Nacido y criado en el barrio de La Boca y con el pelo teñido de azul y oro, Martínez, de 32 años, había llegado al combate que se celebró en el Ryogoku Kokugikan, un recinto utilizado mayormente para certámenes de sumo y que puede albergar a 11.000 espectadores, con una foja que indicaba 16 triunfos en sus 16 peleas profesionales (9 antes del límite). Ahora, con otra victoria sobre el lomo, un enorme triunfo, el pupilo de Rodrigo Calabrese va por más.

'Estoy muy feliz.

Es para mi viejo que me vino a visitar desde el cielo.

Es para todos los Martínez: los quiero un montón.

Gracias a Japón por la gente que me brindó su humildad y me trajo muchos regalos.

Espero volver.

Aguante Boca, carajo.

Somos campeones', dijo un emocionado Martínez, a quien las tarjetas le dieron un contundente y amplio triunfo por 116-112, 117-111 y 120-108. 'La verdad que es un campeón de campeones.

Se notó el nivel y la experiencia de Ioka.

Tiré con todo mi poder, con todo lo que pude y se mantuvo parado.

Dimos una batalla, que era lo que quería la gente, porque la gente quiere ver guerra', elogió a su rival el argentino, quien emuló y recordó a Pascual Pérez, Horacio Acavallo y Nicolino Locche, leyendas inoxidables del boxeo argentino que al igual que el Puma alcanzaron la gloria en el tierra del Sol Naciente.

Lo del Puma Martínez fue espectacular por donde se lo mire.

Por el plan de pelea, ya que se mostró muy bien preparado -desde lo físico y desde lo estratégico- y salió a llevarse por delante a su adversario desde el primer round.

Y, sobre todo, porque Ioka, de 35 años, era un gran campeón.

No en vano es el primer púgil japonés en ganar títulos ecuménicos en cuatro divisiones (antes reinó en las categorías mínimo, minimosca y mosca). La de este domingo era su 26ª pelea por una corona mundial.

La de este domingo fue la tercera derrota de su laureada carrera.

Fue una tromba Martínez en los primeros cuatro asaltos, con combinaciones durísimas, el jab zurdo que lastimaba y los uppercuts que le hacían mirar el techo del estadio al japonés, que aguantó todo lo que le pegaron.

Y más también.

La reacción de Ioka iba a llegar y llegó en los dos asaltos siguientes, en los que se plantó de otra manera y llegó fuerte con sus ganchos al hígado.

Parecía que esa era su estrategia: castigar en la zona baja del argentino.

La segunda mitad de la pelea fue más luchada que la primera, porque el japonés debía remontar y el argentino no se iba a quedar con las ganas porque había arrancado mejor.

Claro que en esos cruces el que seguía mejor era Martínez, sobre todo en el primer minuto de cada round, donde imponía condiciones y luego tomaba aire para el resto del combate.

Se sabía que no debía dejar lugar a dudas Martínez para ganar en Japón ante un local.

Y no las dejó. Es más, antes del último asalto hizo las tradicionales reverencias a los cuatro costados, mirando al público como si ya se sintiera ganador.

Y al empezar ese round le dio un abrazo a Ioka, que se repitió con la campana final.

Para la historia El Puma Martínez es desde este domingo el cuarto boxeador varón argentino en ser reconocido simultáneamente como monarca por al menos dos organismos: hasta ahora lo lograron Carlos Monzón, Hugo Pastor Corro y Sergio Maravilla Martínez, todos en la categoría mediano.

Las mujeres que lo consiguieron fueron nueve: Marcela Acuña, Yésica Bopp, Mónica Acosta, Yésica Marcos, Soledad Matthysse, Ana Laura Esteche, Celeste Peralta, Evelin Bermúdez y Celeste Alaniz (las dos últimas aún son campeonas). ¿Qué le espera ahora a este enorme peleador? Se le abren varias ventanas y tendrá que elegir su propia aventura para hacer aún más grande su historia.

Uno de los talentos jóvenes que pueden disfrutarse estos días, el texano Jesse Rodríguez, le arrebató el título supermosca del Consejo Mundial de Boxeo al mexicano Juan Francisco Estrada el fin de semana pasado y si bien el contrato que se firmó antes de ese enfrentamiento contemplaba una cláusula de revancha, Bam manifestó su voluntad de unificar con el ganador del duelo Ioka-Martínez.

El otro campeón de las 115 libras es el nipón Kosei Tanaka, quien en dos semanas expondrá su faja de la Organización Mundial de Boxeo ante el mexicano Jonathan Rodríguez en Tokio.