El presidente de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, se expresa sobre la dura derrota ante Vélez que eliminó a su equipo de la Copa Argentina.
En una noche para el olvido, Juan Román Riquelme, presidente de Boca Juniors y una figura icónica del club, no ocultó su descontento tras la dolorosa derrota por 3-4 ante Vélez Sarsfield, que terminó con la ilusión del equipo en la Copa Argentina.
La eliminación representa un nuevo golpe para un club que en 2024 no ha logrado alcanzar las expectativas generadas, en el que es también el primer año de Riquelme como líder de la institución.
La velada comenzó con cierto optimismo, pero rápidamente se transformó en una pesadilla.
Boca se ha visto obligado a enfrentar la dura realidad de no haber acumulado ningún trofeo en la temporada actual.
Sin embargo, Riquelme se adhirió a la autocrítica, reconociendo que el equipo no ha estado a la altura en los momentos decisivos y que sufrieron expulsiones incomprensibles en partidos clave.
"Soy el primero en hacer autocrítica", subrayó Riquelme, recordando que el club llegó a semifinales tanto en la Copa de la Liga, donde perdió en penales contra Estudiantes, como en la Copa Argentina.
En la competencia de la Liga, Boca se encuentra a diez puntos de Vélez, el líder actual.
Riquelme también se refirió a la prematura eliminación en Copa Sudamericana ante Cruzeiro, enfatizando que el equipo ha mostrado limitaciones notables.
Este triste desenlace en la Copa Argentina resuena fuertemente en Brandsen 805, un lugar que no conocía el sabor de un año sin títulos desde 2016. Riquelme, quien anteriormente minimizaba la importancia de los trofeos locales mientras estaba en la gestión de su antecesor, ahora enfrenta la realidad de un club que al cierre de 2024 podría no haber celebrado ningún campeonato.
Boca Juniors empata contra Nacional de Potosí en la Copa Sudamericana
Boca Juniors y Nacional de Potosí empataron sin goles en un partido en el que el equipo argentino no logró aprovechar un penal. A pesar del dominio de Boca, la falta de contundencia dejó escapar la oportunidad de comenzar la Copa Sudamericana con una victoria.Echando la vista atrás, se puede recordar que en 2016, Boca, dirigido por Guillermo Barros Schelotto, se encontró en una situación similar: desperdició oportunidades en el torneo nacional, priorizando la Libertadores, y terminó cayendo en semifinales frente a Independiente del Valle.
Esta falta de títulos también le costó la clasificación a la Copa Libertadores del año siguiente.
Con el tiempo, Boca logró recuperarse.
Luego de contratiempos, y tras varias modificaciones en la dirección técnica, incluyendo la llegada de Miguel Ángel Russo, el equipo le brindó a sus aficionados campeonatos en 2017 y 2018. En 2020, la Superliga fue un motivo de celebración y, aunque el camino hacia la Copa Libertadores sigue siendo escabroso, Boca se alzó con diversos trofeos en los años posteriores.
En los últimos años, lograron conquistar la Copa de la Liga y la Supercopa Argentina, pero la sombra de la ausencia de la Libertadores persiste.
La pérdida en la final de la Libertadores el año pasado contra Fluminense fue otro duro golpe.
La Supercopa Argentina ganada a Patronato ofrece algo de luz, pero la realidad de un futuro incierto se cierne sobre Boca Juniors mientras se preparan para la próxima temporada.
Con Riquelme a la cabeza, la afición espera que el club pueda encontrar el camino hacia la gloria en las competiciones venideras.