A raíz de la reciente caída ante River, la continuidad del técnico se debate mientras los hinchas expresan su descontento.

El domingo comenzó con un cielo gris, reflejando la incertidumbre que rodea a Juan Román Riquelme, vicepresidente de Boca Juniors.

Aunque los hinchas de La Doce mostraron un mensaje de agradecimiento hacia el presidente durante el Superclásico, el malestar de los aficionados auténticos es palpante.

Muchos se preguntan qué decisiones tomará Riquelme tras la derrota sufrida ante River Plate.

El entrenador, Diego Martínez, había dejado entrever que podría estar considerando su salida tras este mal desenlace.

Se recuerda que hace dos décadas, Miguel Ángel Brindisi renunció de manera inquebrantable tras perder también contra el eterno rival.

Sin embargo, Riquelme optó por evitar que la historia se repitiera.

Tras analizar la complicada situación, el dirigente decidió mantener a Martínez en el cargo, estirando así la agonía de un ciclo que parece estar llegando a su fin.

De hecho, el técnico ya empezó a planificar la semana de trabajo, que inicia hoy en el complejo de Ezeiza, y se prepara para dirigir al equipo en el próximo partido contra Belgrano en Córdoba.

El pasado sábado, Martínez se reunió con Marcelo Delgado y Mauricio Serna, integrantes del Consejo de Fútbol.

Fue poco después de que el director técnico reconociera estar en una encrucijada crítica.

En la conferencia de prensa posterior al partido, hizo un recuento de los torneos que habían quedado en el camino y advirtió sobre ciertas injusticias que había enfrentado.

“Tengo fuerzas para seguir, pero veremos qué es lo mejor para Boca”, expresó, dejando abierta la puerta a un posible cambio.

Con el club eliminado de la Copa de la Liga y de la Sudamericana, el equipo se encuentra en una situación complicada, ocupando el undécimo puesto del campeonato y a 9 puntos de Vélez, que juega esta noche.

La única esperanza que queda es la Copa Argentina, la última 'bala' que le queda a Martínez.

Sus estadísticas, tras 44 partidos dirigidos, muestran un porcentaje de victorias del 57,7%, con 21 triunfos, 13 empates y 10 derrotas.

La caída ante River fue la primera como local para Martínez, un invicto que tuvo desde que se hizo cargo del equipo tras la salida de Jorge Almirón.

Sin embargo, los números de Martínez como visitante son preocupantes.

Apenas ha ganado un partido de los últimos ocho y en total ha dirigido 13 encuentros de los cuales solo ha conseguido la victoria en 4, lo que resulta en un 38% de efectividad.

Boca, posiblemente uno de los equipos más fuertes en su estadio, ha mostrado ser vulnerable cuando sale a jugar fuera de su casa.

La última victoria como visitante se remonta al 19 de mayo, cuando superó a Central Córdoba por 4 a 2.

La táctica de Martínez está siendo cuestionada, especialmente al no haber alineado a Milton Giménez, quien había estado en racha goleadora, y al decidir utilizar a Ignacio Miramón en una posición que no domina.

Además, el apoyo a Sergio Romero, quien falló en la última partida intoxicando la imagen del equipo, ha generado críticas.

La confianza en su permanencia se encuentra en un hilo, considerando que su contrato se extiende hasta diciembre de 2025, y su continuidad dependerá en gran medida de los resultados en los próximos partidos.

En medio de este clima de tensión, la situación de Romero se complica.

Luego de un altercado con hinchas que lo criticaban, ha sido objeto de controversia en redes sociales, y el fiscal Maximiliano Vence está investigando si estos hechos constituyen ‘incitación a la violencia’. La resolución de este caso podría derivar en fuertes sanciones tanto económicas como temporales.

La atmósfera tensa en Boca Juniors sigue evolucionando, y tanto Riquelme como Martínez saben que el tiempo podría ser un factor decisivo en su futuro.