Diego Martínez se prepara para su noveno enfrentamiento contra River Plate, en un partido que puede definir el rumbo de Boca Juniors en la Copa de la Liga.

Diego Martínez se enfrentará por novena vez a River Plate en un partido clave para Boca Juniors.

A pesar de que no será su primer duelo contra el conjunto de banda roja, este encuentro tendrá un significado especial, ya que se juega en el estadio Mario Alberto Kempes.

El empate 1-1 del pasado 25 de febrero en el Monumental fue un punto de inflexión para el equipo xeneize en la Copa de la Liga.

A pesar del traspié ante Unión, Martínez logró encontrar el equipo adecuado para avanzar a los cuartos de final con el impulso de los jóvenes talentos del mediocampo.

En esta ocasión, la ausencia de Cristian Medina por suspensión dará lugar al regreso de Jabes Saralegui en el once titular.

La experiencia de Pol Fernández también será un factor importante para contrarrestar la juventud y velocidad del mediocampo.

Para Martínez, el resultado frente a River no solo tendrá repercusiones deportivas, sino también institucionales.

A pesar de que la Copa de la Liga no sea el principal objetivo del club, el clásico contra River siempre obliga a darlo todo.

Boca Juniors ha demostrado tener una propuesta ofensiva sólida y punzante en ataque, con la recuperación del gol de Edinson Cavani como uno de los puntos más destacados.

Desde el último enfrentamiento contra River, el uruguayo ha marcado 8 goles en 8 partidos, revirtiendo su racha negativa.

El equipo se encuentra en un buen momento, con la confianza necesaria para enfrentar este Superclásico con la mira puesta en el título.

El entrenador se mostró optimista ante el próximo enfrentamiento, destacando la importancia de competir y ganar para avanzar a la siguiente fase de la Copa.

Con tres finales por delante, Boca Juniors buscará ser campeón sabiendo que el Superclásico es un partido especial que puede marcar la diferencia en el camino hacia el título.