Existe una sensación generalizada de que Boca Juniors ha perdido eficacia en la faceta goleadora en las últimas temporadas.

Aunque el equipo ha logrado éxitos importantes, como la obtención de títulos y llegar a finales, la falta de contundencia en ataque es evidente.

Las incorporaciones de Miguel Merentiel y luego de Edinson Cavani tenían como objetivo mejorar este aspecto, pero hasta el momento los resultados no han sido los esperados.

En la última década, Boca ha tenido el peor promedio de goles de su historia, con tan solo 1,29 goles por partido.

Esto contrasta con las primeras cuatro décadas del fútbol argentino, en las que el equipo Xeneize tenía promedios mucho más altos.

A pesar de haber sido campeón en varias ocasiones, la falta de gol se ha convertido en una preocupación constante para los hinchas del club.

Durante la gestión de Jorge Almirón, se evidenció una sequía goleadora que generó inquietud en el equipo.

A pesar de los esfuerzos por encontrar soluciones, la falta de precisión en el último pase y la toma de decisiones apresuradas han sido algunas de las causas identificadas.

Sin embargo, los técnicos han expresado confianza en la capacidad de los delanteros para superar esta situación.

En comparación con su eterno rival, River Plate, Boca presenta un promedio de gol ligeramente inferior desde 2021. Mientras que River ha logrado mantener su eficacia en ataque, Boca ha tenido dificultades para encontrar el camino hacia el arco rival.

A pesar de haber llegado a finales importantes, como la de la Libertadores, el equipo sigue en busca de soluciones para mejorar su rendimiento en el ámbito local.

En la actualidad, Boca Juniors se encuentra disputando la Copa Sudamericana y busca asegurar su clasificación a octavos de final.

A pesar de sus dificultades en la definición, el equipo mantiene su protagonismo en las competencias en las que participa.