Un gol tempranero de Milton Giménez parecía encaminar a Boca a la victoria, pero un error de Sergio Romero permitió a Racing empatar el duelo en Avellaneda.
En un emocionante encuentro disputado en el Cilindro de Avellaneda, Boca Juniors logró abrir el marcador a los 17 minutos de la primera parte gracias a un tanto de su máximo goleador, Milton Giménez.
El delantero mostró gran determinación al eludir al arquero local, Facundo Cambeses, poniendo en ventaja a su equipo en un momento clave del partido.
Sin embargo, la alegría para los visitantes no duró mucho, ya que un error garrafal del arquero Sergio Romero permitió que Racing Club igualara el marcador.
Romero, en un intento de asistir a su compañero Guillermo Fernández con un pase frontal, no midió bien los tiempos.
La jugada, que parecía inofensiva, terminó por ser aprovechada por Juan Ignacio Nardoni, quien no dudo en empujar el balón al fondo de la red al minuto 32, desatando la euforia en las gradas del estadio.
"El partido se nos escapa por mi error en el primer tiempo.
Nos hicieron el gol y ahí cambió el partido, que estaba controlado.
Me hago responsable de lo que hice adentro de la cancha.
A veces suceden estas cosas y me hago responsable, hay que seguir", fueron las palabras de un autocrítico Sergio Romero ante los medios tras el partido.
El ex arquero de la selección argentina se mostró consciente del impacto de su error, afirmando que el equipo estaba enfocado en la idea de juego del entrenador, que busca una mezcla de juego en corto y control del balón.
Romero enfatizó que la intención es siempre ir hacia adelante e intentar crear ocasiones para el equipo.
"A pensar en el siguiente partido y sacar esto adelante", añadió Romero ante la inminente llegada del Superclásico contra River Plate, que se jugará el próximo domingo en la Bombonera.
Este encuentro es uno de los más esperados del fútbol argentino, y tanto Boca como sus aficionados saben que la historia que envuelve a estos duelos es intensa.
Históricamente, Boca Juniors y River Plate han protagonizado enfrentamientos memorables cargados de pasión, rivalidad y emoción.
En los últimos años, la paridad en los Superclásicos ha sido notable, y ambos equipos llegan con la expectativa de regalar un espectáculo digno de su historia.
El empate ante Racing ha dejado un sabor agridulce en el plantel de Boca, que buscará corregir errores y mejorar en su siguiente presentación, manteniendo la línea del juego propuesto por su estratega.
Por su parte, la Academia se queda con una sensación de haber recuperado la energía en un partido donde parecía no tener la opción de competir, dándole un respiro a su afición.
La expectativa por el próximo partido aumenta, y los seguidores de Boca y River ya comienzan a palpitar lo que será un nuevo capítulo de su rica rivalidad.