La situación actual de Boca Juniors es complicada tras no clasificar a la Copa Libertadores y sufrir una derrota ante Newell's. Críticas a su director técnico, Fernando Gago, aumentan mientras el equipo intenta recuperar su buen juego.

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La amarga realidad de Boca Juniors parece no tener fin. Tras 18 años de búsqueda infructuosa de la Copa Libertadores, el club xeneize se encuentra lidiando con su propia frustración y nostalgia a consecuencia de su ausencia en el torneo continental.

Mientras los demás equipos se embarcan en su camino dentro de esta competición de élite, Boca enfrenta sus propios desafíos en el ámbito local, donde a pesar de haber cosechado seis victorias en el Torneo Apertura, una única derrota ha propiciado un aumento en las críticas hacia su director técnico, Fernando Gago.

El pasado encuentro contra Newell’s en Rosario resultó en un claro 2-0 en contra, lo que provocó que Gago, en una reciente conferencia de prensa, no pudiera evitar las preguntas sobre el bajo rendimiento de su equipo.

“El partido fue muy malo, no encontramos el camino. No considero que esto signifique un retroceso drástico. Ni éramos tan buenos antes, ni somos tan malos ahora. Simplemente, jugamos mal y no conseguimos ganar los duelos”, confesó el técnico, quien admitió las serias carencias demostradas por su equipo.

Entre las incidencias más preocupantes están la evidente falta de solidez defensiva y la carencia de creatividad en ataque. Además, la baja de Ander Herrera, quien ha sufrido lesiones recurrentes en su breve tiempo con el club, se ha vuelto un grave obstáculo. En este último partido, Boca finalizó con una alineación ofensiva, incluyendo a cuatro delanteros, pero no logró superar la actuación del portero Keylor Navas.

Al cierre del encuentro, Edinson Cavani falló un penal que podría haber cambiado la dinámica del partido.

Pese a la derrota, Gago mostró su entereza: “No salgo preocupado. Continuamos en la lucha y debemos enfocarnos en lo que está por venir”, reafirmando su perspectiva de largo plazo que, sin embargo, no es del agrado de muchos aficionados.

Las redes sociales arden con críticas hacia su gestión.

La ausencia de Carlos Palacios, una de las incorporaciones más esperadas, añadió más tensión al ambiente. El jugador chileno se ausentó de un entrenamiento comunicando que había perdido su vuelo, lo que llevó a Gago a excluirlo de la convocatoria, enfatizando la necesidad de que se cumplan las normas establecidas desde inicio de temporada.

Este incidente también generó fricciones con el Consejo de Fútbol, liderado por Mauricio Serna, quien expresó que el jugador había intentado explicar su falta.

El futuro de Gago está en la cuerda floja; la eliminación de la Copa Libertadores ante Alianza Lima dejó a la institución tambaleándose. No solo quedó fuera del torneo continental, sino que también se despidió de la Copa Sudamericana. La presión aumentó después de que se especulara sobre su posible salida, con una fecha límite ya apuntada ante Rosario Central. Mientras su equipo siembra dudas dentro del juego, sus rivales como River y Racing comienzan a brillar en competiciones internacionales.

La defensa ha sido vulnerable, especialmente en las jugadas a balón parado que resultaron en ambos goles del rival en Rosario. Además, la incorporación de Alan Velasco, por la cual el club pagó 9,5 millones de euros, no ha satisfecho hasta ahora. Los constantes problemas de lesiones han añadido un desafío considerable para el cuerpo técnico, obligando a replantear cargas de entrenamiento dentro de un calendario apretado.

Con cada partido, la herida de la eliminación a manos de Alianza Lima se siente más profunda. La interrogante es si estas cicatrices se sanarán con un triunfo que garantice la esperada estrella y la clasificación para la Libertadores de 2026.

El domingo, Boca se enfrentará a Barracas Central, un nuevo choque clave en su largo camino, que continúa desde su fundación hace 120 años.