Boca Juniors se enfrenta a la tristeza de su eliminación en la Copa Sudamericana 2024, tras una dura definición por penales frente a Cruzeiro. El equipo muestra el orgullo de su esfuerzo aunque amarga su salida.
Boca Juniors ha concluido su camino en la Copa Sudamericana 2024 tras sufrir una amarga eliminación por penales ante el club brasileño Cruzeiro, en un encuentro disputado en Belo Horizonte que dejó una profunda tristeza en el corazón de los aficionados Xeneizes.
La forma en que se perdió el partido está marcada por momentos difíciles.
Comenzando con una tarjeta roja apenas a los 27 segundos de juego, el equipo se encontró rápidamente con un marcador adverso de 0-2, lo que complicó aún más su participación en el torneo.
El técnico, Diego Martínez, a pesar del dolor por la derrota, se mostró satisfecho con el esfuerzo de sus jugadores.
"Antes de que llegáramos a la instancia de penales, les dije que me siento orgulloso de este equipo.
Es complicado enfrentar una final con uno menos durante todo el partido, pero demostraron coraje y supieron jugar con dignidad", defendió el entrenador.
El duelo culminó en una serie de penales donde Boca se vio forzado a exhibir una fortaleza mental tras una primeras partes de juego adversas.
El portero Sergio Romero, quien acompañó a Martínez en la rueda de prensa, también compartió su opinión sobre el desarrollo del partido, haciendo mención a algunas decisiones arbitrales que podrían haber influido en el resultado.
"Estoy de acuerdo con Diego.
Lo dije a Roldán que, para mi, el balón había salido antes del córner del segundo gol.
Las decisiones en la primera parte parecían favorecer al local", comentó Romero, haciendo eco del sentir de muchos jugadores.
La expulsión de Luis Advíncula y el penal fallado por Miguel Merentiel fueron momentos cruciales que definieron el destino del encuentro.
Martínez subrayó el impacto emocional que ambas situaciones tuvieron en los futbolistas, y resaltó su disposición a apoyar a sus jugadores en esos momentos difíciles: "Luis estaba muy apenado; solo traté de abrazarlo y recordar que esto es fútbol". La presión de los partidos eliminatorios es alta, y las derrotas como estas pueden ser devastadoras, pero para el cuerpo técnico y los jugadores, el enfoque ahora debe ser la recuperación y preparación para futuros desafíos.
"Aunque hemos perdido, este grupo ha demostrado que puede levantarse ante adversidades.
Este fue un golpe duro, pero creemos en nuestras capacidades y en que podemos avanzar", expresó Martínez, mientras que Romero concluyó, resaltando el aprendizaje que pueden extraer de estas difíciles experiencias: "Estas derrotas, en lugar de debilitarte, deben fortalecerte".
Este episodio se suma a una serie de retos que han marcado la temporada de Boca Juniors, quienes, después de la Copa de la Liga y esta eliminación, ahora deben concentrarse en el siguiente compromiso ante Estudiantes.
El legado de lucha y resiliencia del club será fundamental para afrontar lo que está por venir, intentando dejar atrás la frustración y construyendo un nuevo camino hacia el éxito.