El club argentino confirmará su cupo en la próxima edición de la Copa Libertadores, pero busca cerrar el año con una sonrisa provincial. Mientras tanto, trabaja para coronarse en el Torneo Clausura, con el objetivo de terminar 2025 con un campeonato en sus vitrinas.
Sin embargo, la dirigencia y la afición consideran que esa clasificación no es suficiente en un club con tanta historia y ambiciones. La intención ahora es cerrar el 2025 con una conquista que enaltezca aún más las vitrinas del club: el título del Torneo Clausura.
La temporada empezó de manera turbulenta para Boca, especialmente tras la dura derrota contra Alianza Lima en la fase de grupos de la Copa, que generó preocupación y críticas en el entorno boquense.
Pero el equipo ha sabido levantarse y, con una serie de victorias consecutivas, logró asegurar su boleto a la competencia continental, consolidando una base sólida para los próximos años.
La directiva, liderada por Juan Román Riquelme, ve en esta clasificación una estrategia para potenciar el crecimiento del club en el ámbito internacional.
Para cerrar el año con un trofeo, Boca confía en su entrenador, Claudio Úbeda, quien este jueves probó en su práctica habitual en el Complejo Pedro Pompilio la alineación que saldrá a la cancha el domingo en La Bombonera ante Talleres.
La estrategia implica mantener la misma formación que venció con autoridad a Tigre, con Agustín Marchesín en la portería; en defensa, Juan Barinaga, Lautaro Di Lollo, Ayrton Costa y Lautaro Blanco; en el mediocampo, Carlos Palacios, Milton Delgado, Leandro Paredes y Exequiel Zeballos; y en ofensiva, Milton Giménez y Miguel Merentiel.
El retorno de ciertos jugadores puede marcar la diferencia. Rodrigo Battaglia, que fue dado de alta tras recuperarse de una lesión, fue probado en la práctica, aunque se mantiene la preferencia por Milton Delgado en medio campo.
Por su parte, Edinson Cavani continúa sumando minutos tras anotar de penal en el último encuentro y su protagonismo promete ser clave en esta fase final del torneo.
La única baja confirmada es la de Alan Velasco, quien sufrió una distensión en la rodilla y su regreso a las canchas está previsto para el próximo año.
El plantel de Boca está en buena forma física, con casi todos los futbolistas disponibles, y la confianza en mejorar en los playoffs es alta. La estrategia del cuerpo técnico, con Úbeda a la cabeza, refleja una postura de prudencia y determinación. La directiva, por su parte, planea evaluar el rendimiento del equipo tras la finalización de la competencia y, posiblemente, ofrecer la continuidad al entrenador, que cuenta con el respaldo de Riquelme y de otros dirigentes.
Tras la conquista de la #Copa Libertadores en 2000 y la Copa Intercontinental contra el Real Madrid en 2000
Esta tensión entre resultados inmediatos y planificación a largo plazo no es nueva en Boca. En los años 2000, tras la conquista de la Copa Libertadores en 2000 y la Copa Intercontinental contra el Real Madrid en 2000, el club se enfocó en consolidar su prestigio internacional.
Ahora, en un contexto similar, Boca busca no solo garantizar su plaza en la élite sudamericana, sino también obtener un título local que sirva para reafirmar su liderazgo en Argentina.
