El 30 de abril de 1994 marcó el comienzo del fin para El Abuelo, uno de los barrabravas más temidos de la historia del fútbol argentino. Tras dos crímenes y una emboscada en la Bombonera, su liderazgo se desmoronó. Condenado a 9 años de prisión, su muerte en febrero del 2001 puso fin a una era de violencia en las tribunas.

El 30 de abril de 1994 quedará marcado en la historia del fútbol argentino como el inicio del fin para uno de los barrabravas más temidos de todos los tiempos.

Ese día, tras un Superclásico entre River Plate y Boca Juniors, dos crímenes sacudieron al país.

Walter Vallejos y César Delgado perdieron la vida en una emboscada perpetrada por la barra liderada por José Barritta, conocido como El Abuelo.

Tras el triunfo de River por 2-0 en La Bombonera, la violencia estalló y el líder barrabrava ordenó atacar un camión que trasladaba a hinchas de River.

Vallejos falleció al caer del vehículo en medio de la balacera, mientras que Delgado fue acribillado en una intersección cercana.

La jornada negra marcó un antes y un después en el fútbol argentino.

La justicia actuó y, tras tres años de proceso, se condenó a varios miembros de la barra por los homicidios, entre ellos 'Bolita Niponi' y 'Manzanita'. Barritta, por su parte, fue sentenciado a 9 años de cárcel por asociación ilícita y extorsión.

Sin embargo, se mantuvo firme en su inocencia y siempre negó su participación en la emboscada.

Tras cumplir parte de su condena, El Abuelo salió en libertad condicional en diciembre de 1998, pero su vida cambió para siempre.

Una neumonía mal curada lo dejó internado durante sus últimos meses.

Se rumoreaba que buscaba un cambio pacífico en las tribunas, pero su muerte en febrero de 2001 puso fin a su reinado de violencia en el fútbol argentino.

José Barritta fue inhumado en el cementerio de San Justo, lejos de la presencia de dirigentes y jugadores.

Su historia, marcada por la violencia y el poder en las tribunas, llegaba a su trágico final.

La violencia en el fútbol argentino había cobrado una nueva víctima, pero el legado de El Abuelo seguiría presente en la memoria de quienes vivieron aquellos días oscuros.