El corredor argentino José Torres Gil conquista la medalla de oro en BMX freestyle en los Juegos Olímpicos de París 2024, logrando una impresionante puntuación.

En una jornada memorable para el deporte argentino, José Torres Gil, conocido como "el Maligno", se coronó campeón olímpico en BMX freestyle durante los Juegos Olímpicos de París 2024. Tras una destacada actuación que lo llevó a obtener una puntuación de 94,82 en su primera ronda final, Torres Gil se convirtió en el primer argentino en ganar una medalla de oro en esta disciplina.

Originario de Córdoba y nacido en Bolivia, el atleta había manifestado previo a la competencia su determinación al decir: "Son los Juegos Olímpicos, si tengo que morir, que sea acá". Este miércoles, sobre la pista Concorde, hizo honor a sus palabras solidificando su compromiso y pasión por este emocionante deporte.

El clima no fue fácil; con temperaturas que alcanzaron casi los 39 grados, el "Maligno" desafió tanto el calor como la presión de ser un competidor en el evento más esperado del mundo deportivo.

En su relato, Torres Gil compartió cómo, durante los primeros entrenamientos, la ansiedad y el nerviosismo lo llevaron a cometer algunos errores y caídas, enfrentando la dificultad de agrandar su repertorio de trucos y saltos.

"El riesgo es inevitable en este deporte", reconoció, añadiendo que supo que debía arriesgar más en comparación a otros competidores.

No obstante, sus esfuerzos valieron la pena, ya que logró una impresionante actuación que lo colocó en lo más alto del podio, dejando atrás al británico Kieran Darren David Reilly y al francés Anthony Jean Jean, quienes se llevaron la plata y el bronce respectivamente.

La presencia de otro medallista olímpico, Juan Curutchet, también fue un aliciente para Torres Gil.

Su experiencia en grandes competiciones se reflejó en cada movimiento del joven corredor argentino, quien aprendió de sus caídas y errores pasados.

En la fase de clasificación, había terminado con un promedio de 86,66 puntos, clasificándose en séptimo lugar entre doce competidores.

Después de la competencia, con el oro en su cuello, Torres Gil no tuvo reparos en mostrar su felicidad al saludar a su familia desde la pista, momentos que significaron un gran logro tanto personal como profesional.

Su viaje hacia la medalla dorada no fue fácil; recordó su frustrante experiencia en el Preolímpico de China, donde quedó fuera de las finales debido a un error.

Sin embargo, esa experiencia le sirvió para reflexionar y mejorar su rendimiento en París.

"Estuve pensando mucho en eso y creo que me jugó en contra", admitió Torres Gil.

Al corregir sus errores en el segundo intento de la ronda final, logró garantizar su lugar en el podio salvaguardando una presentación más segura.

Esta medalla de oro no solo representa una gran victoria para el deportista, sino también un hito en la historia del BMX argentino.

El camino hacia la gloria en el BMX freestyle ha comenzado y el Maligno promete ser uno de los grandes nombres en el deporte.